miércoles, enero 31, 2007

Vergüenza jurídica

En El País una muestra del doble rasero de esos horribles e injustos jueces que el PP colocó con toda su desfachatez en los puestos importantes del sistema jurídico español, y que ahora se dedican a boicotear el proceso de paz y lo que haga falta. ¡Jueces antisistema! La Audiencia libera y vuelve a detener al represor argentino Cavallo, que ayer iba a viajar a Suiza El mismo juez que dejó en libertad a Cavallo, alias Sérpico, "procesado por el juez Baltasar Garzón como autor de delitos de genocidio, terrorismo y torturas, presuntamente cometidos entre 1976 y 1983, durante la dictadura militar argentina, y especialmente a partir de enero de 1979, cuando dirigió el Grupo de Tareas de la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA), el principal centro de represión del país...", está muy preocupado por lograr que De Juana Chaos cumpla su condena por "amenazas" en dos artículos. Dice El País: "Sin embargo, Guevara no lo vio así y dejó en libertad a Cavallo, a pesar de que está reclamado por Argentina, y su caso en España está pendiente de recurso de casación ante el Tribunal Supremo. Fuentes de la Audiencia Nacional hablaban ayer de "doble rasero", ya que Guevara es el magistrado que la semana pasada recabó las firmas de sus compañeros para llevar al pleno de la Sala la decisión sobre la libertad o prisión del etarra Iñaki de Juana Chaos cuando el tribunal al que correspondía el caso ya había deliberado en favor de la excarcelación del preso." Genocidio, terrorismo y torturas no son delitos suficientes para retener a un preso, en la mentalidad del juez Guevara, pero dos artículos en la prensa son delitos graves. Es el mundo al revés. El otro día, la misma persona que me insistía en que el psicoanálisis y Freud son "peligrosos" y "han hecho mucho daño", estaba decidida a acudir a la consulta de una psicóloga conductista. Los electroshocks (RESOLUTION AGAINST ELECTROSHOCK - A CRIME AGAINST HUMANITY-) y las lobotomias (Lobotomía - Wikipedia, la enciclopedia libre) de SKINNER le parecían menos peligrosos que la palabra. Todo es relativo, claro, y aún hay gente en el mundo que teme sobre todo la palabra. En cuanto a la ilustración, es de 1782 y caricaturiza al juez Butler, y a su dictamen de que era lícito que los hombres pegaran a sus esposas mientras el bastón no tuviera una densidad mayor que el pulgar de un hombre. ¡Qué espanto! Seguro que al juez Guevara le encantaría...

lunes, enero 29, 2007

Vivienda digna

Foto: Toni Bernat, Poblenou, 2006 Hoy en el País una Carta al director de Javier Sandoval, Ni comprar, ni alquilar recuerda el vergonzoso y vergonzante problema de la vivienda en España. Dice así: En muchas ciudades españolas, especialmente en Madrid y Barcelona, es bien sabido que la compra de una vivienda digna es un sueño inalcanzable para amplios sectores de la población. Ocurre también que el acceso a una vivienda en régimen de alquiler es igualmente inabordable, debido a los precios desorbitados y a las condiciones leoninas que suelen solicitarse: avales bancarios anuales, niveles salariales y fianzas. No es posible compatibilizar los altos precios actuales de las viviendas en alquiler con los niveles de ingreso de muchas personas, trabajadores asalariados incluso. El número de carísimas infraviviendas, micropisos y zulos que se ofrecen sin ningún pudor ni control en alquiler llama la atención, tanto como el afán desmedido de muchos propietarios por sacar suculenta tajada de cualquier cosa que tenga tres o cuatro paredes y un techo. El artículo 47 de la Constitución empieza así: "Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho ....". Es ciertamente alarmante que en España no haya existido ni exista en el discurso político actual y reciente ningún espacio para este grave problema social, tanto más alarmante cuanto más hemos oído sacralizar las virtudes del intocable papelito constitucional, cruciales cuestiones sucesorias aparte. PP y PSOE demuestran estar muy desconectados de las urgencias reales de mucha gente, más entretenidos en otras batallas electoralmente más inmediatas y rentables. Para mí, la carta no necesita ningún añadido. Es una vergüenza lo que está ocurriendo.

miércoles, enero 24, 2007

Los europeos, cada vez más pobres

Foto: kiyosumi Un artículo de Vicenç Navarro, La crisis de la Europa social en El País, dice lo que queda detrás de esas noticias económicas que no concuerdan con nuestros problemas. O con el comentario triunfalista de Zapatero de que España crece y que por desgracia, recuerda a los tiempos de Aznar, salvando las distancias. Se trata del empobrecimiento generalizado de los ciudadanos, a expensas de las grandes fortunas, las grandes compañías, las grandes corporaciones, que aumentan sus beneficios de año en año, mientras disminuye el gasto público y se empobrecen los servicios sociales. Es la clave de la globalización. Y el precio es el aumento del racismo y de los prejuicios contra la inmigración, ya que los empresarios se vuelven al empleo barato. El horror de todo esto es que no haya alternativa, que no existan partidos que recojan las aspiraciones de toda esa población, y esos votos se repartan entre la abstención y la extrema derecha. ¿Quién se cree la patraña de que Imma Mayol se siente antisistema? (Probablemente ese sentimiento sólo la invade en vísperas de elecciones, ya que algunos aún recordamos que estando ella al mando municipal, en ausencia del entonces alcalde Clos, ordenó que desalojaran a los inmigrantes de la Plaça Catalunya en lo que se convirtió en una terrible caza del inmigrante. Por otra parte, hay muy pocos que, como Navarro, escriban y expliquen estas cosas, y los empobrecidos ciudadanos tenemos que soportar la gran patraña o la gran impostura del crecimiento y la mejora de "este país" cuando sólo crecen Repsol, Telefónica, Fecsa y los grandes propietarios. Navarro cita aquí como fuente el texto de Walter Korpi y Joachim Palme: New Politics and Class Politics in the context of Austerity and Globalization: Welfare State Regress in 18 Countries (Walter Korpi - Power Resources and Employer-Centered Approaches in ...- ) En su libro El subdesarrollo social de España. Causas y consecuencias de Anagrama, Vicenç Navarro desmonta la falacia de que el estado del bienestar no es rentable y demuestra que sí lo es, y que si lo eliminan es por otras razones. Una página de Rebelion hablando de la trayectoria de Vicenç Navarro http://www.rebelion.org/noticia.php?id=33688

lunes, enero 22, 2007

No sólo en Belgrado sufren los verdaderos demócratas

Foto: Linda Danz, No More Bushit, 2007

Por desgracia, al bajarme la foto al blog no se lee bien. En el cartel amarillo bajo el número 404 de esta casa del East Village neoyorquino pone claramente "No More Bushit". En esa ciudad viven unos cuantos ciudadanos desesperados desde que los neocons se hicieron con el poder, y aún más desesperados al comprender que los estúpidos demócratas tampoco son ninguna alternativa, sólo quieren llegar al poder para manejar ellos las cosas, pero no se oponen a nada importante ni proponen nada realmente distinto.

Hay una página web No More Bushit!- donde venden camisetas, etiquetas y carteles como ese. Los activistas no desfallecen.

Por cierto, que en la entrevista que Juan Cruz le hacía ayer en El País, La escritora metafísica, Zadie Smith dice que le preocupa más lo que está ocurriendo en Groenlandia que lo que ocurre en Irak, y aunque entiendo en parte su punto de vista, creo que un ciudadano o ciudadana británica no debería decir eso: parece un desprecio a la muerte y destrucción terrible que su gobierno y sus tropas (junto con los de Bush) han provocado allí.

Elecciones serbias

Foto: BBC News. Caída de Milosevic, 2000. Al parecer ( Los ultranacionalistas vencen en las elecciones serbias pero no podrán formar Gobierno ) los radicales siguen siendo el partido más votado, aunque no podrán gobernar, sino que la coalición democrática seguirá gobernando, por suerte para mis amigos serbios. Sigue habiendo tantos que aún se creen el discurso simple del odio, el orgullo nacional y la xenofobia... Las declaraciones del radical Nikolic, prometiendo que a la próxima lo conseguirán, producen inquietud. Sigue ahí la sombra del criminal no entregado Mladic, el gran obstáculo en el camino hacia la UE y muchos se preguntan si estará pactado que no van a entregarle porque, ¿realmente es posible esconderse tan bien? Y la eterna pero espinosa cuestión simbólica de Kosovo. Todos saben que habría que renunciar, ¿pero quién se atreve a renunciar a lo simbólico? Los radicales aprovecharían bien el hecho con su discurso fácil. Y sin embargo, está indefectiblemente perdido... Mi mejor amigo serbio me dice que los resultados electorales, dentro de las posibilidades, son buenos y me lo dice con sus baremos numéricos, que utiliza para toda realidad: " Es una mejora del 20 por ciento." En la entrevista que le hice a Dusan Velickovic para mi libro balcánico, me llevó a uno de esos agradables restaurantes-barco entre el Danubio y el Sava porque, me dijo: "Me gusta esta visión de la ciudad. Desde aquí, Belgrado parece una ciudad pacífica y cosmopolita, moderna, donde aquella guerra no pudiera producirse nunca."

miércoles, enero 17, 2007

Los ingleses

Hogarth, The Bench Blair pide un superordenador que centralice los datos de los 60 ... - L.O. me mandó ayer esta noticia siniestra e inquietante. Por lo visto los ingleses son los ciudadanos más espiados y controlados por el Gobierno, pero Blair no tiene bastante. Quiere aprovechar el tiempo que le queda para recortar todo lo posible los derechos de los británicos: un ordenador central donde se incluiría toda la información personal de cada ciudadano. A los que la tradición democrática de la pérfida Albión nos ha fascinado siempre, unida a la intriga que nos produce esa educación británica de contención e ironía, el gusto por las bibliotecas inglesas, por sus universidades, todo esto nos sorprende y horroriza. ¿Hasta dónde aguantarán los británicos antes de rebelarse? En su mensaje, L.O. se pregunta: "¿Será que llevan la tradición de Agatha Christie, De Quincey [Le Carré] y demás autores del género en la sangre y ese espionaje constante sobre sus vidas en la realidad les parece normal, se ven como personajes de novela?" One never knows. Veamos un artículo sobre el tema en The Guardian. Comment is free: Computer spells woe- Pero también hemos visto con horror cómo el temible Blair lograba reducir y ablandar una prensa libre y crítica que siempre envidiábamos y que, como lamentaba una amiga inglesa, "se ha americanizado terriblemente".

lunes, enero 15, 2007

Desertización

Hace unos días leí en Le Monde que según todas las predicciones científicas, en 50 años, España será un desierto. También, que en los últimos cien años, Francia ha logrado duplicar la superficie forestal de ese país. Por lo visto, la desertización inminente no basta para cambiar las tendencias de este país. El Gobierno del PSOE no ha tomado medidas para que la fuente principal de financiación de los ayuntamientos de pueblos y ciudades deje de ser la construcción. Anteayer leí en El País sobre los campos de golf que siguen previstos en Andalucía Regidores con ladrillo fácil , sin que la Junta haga nada para evitarlo, en lugares donde el agua necesaria para el consumo no está garantizada. Esta foto es de un lugar de Castilla, el verano de 2006. No es Andalucía, no es Levante, es todo el país. Hace poco di un paseo por la Bonanova hacia arriba, cruzando las Rondes, etc. Estaba todo lleno de grúas, de derribos de las casitas que antes se desprdigaban por las colinas. Todo es cemento. Se me revolvió el estómago. Dentro de cincuenta años, yo no estaré aquí, ¿pero en qué mundo dejo a mi hijo?

domingo, enero 14, 2007

Lástima

Foto: Manifestación en Buenos Aires Que el juez Del Olmo haya decidido soltar a María Estela Martínez de Perón, en lugar de extraditarla a su país para ser juzgada. Isabelita Perón queda en libertad provisional tras ser detenida en Madrid . La justicia en estos casos tiene un valor simbólico importante, como reconocimiento del horror que sufrieron tantos argentinos con la dictadura militar, unos 100.000 desaparecidos y miles de asesinados. Alguien que sentó las bases para el golpe de Estado que permitió todo ese sufrimiento no debería quedar impune en consideración a su edad, ni debería tener la opción de elegir si quiere ser extraditada. En este site pueden verse algunas de sus "proezas", como el tristemente célebre Decreto de aniquilamiento: http://comunidad.ciudad.com.ar/argentina/capital_federal/ricardobrizuela/hyp017.html Es otra mala noticia de hoy. Tampoco me parece comprensible esto: El Ayuntamiento de Barcelona impide un acto de protesta del movimiento Los Hijos del Quijote . Parece que este alcalde hereda el mal estilo del anterior. Luego se extrañarán de que acabe ganando la derecha. En lugar de dialogar y ofrecer colaboración, se enfrentan como primera actitud. En cuanto a la gran manifestación en Madrid Miles de personas exigen paz en Madrid (175.000 personas llenan el centro de Madrid con la palabra paz, sin connotaciones políticas, como respuesta a la sinrazón de ETA) sin el PP, y apoyando el proceso de paz, me parece bastante alentadora.

jueves, enero 11, 2007

El legado de la izquierda

Mi amiga italo-catalana me manda un interesante artículo de Jordi Borja que saldrá en El País muy pronto, una reflexión sobre cómo, ahora que ya no hay comunismo, continúa el anticomunismo. Invita a preguntarse cuál es el legado del comunismo y qué queda de la izquierda occidental, que parece también desaparecida o secuestrada por el fantasma del terrorismo. Como decía Tony Judt: ¿dónde está el progresismo de aquellos intelectuales norteamericanos, que ahora sólo hablan de la amenaza del terrorismo islámico, como si ese fenómeno pudiera desvincularse de determinada política de Occidente? (http://www.lrb.co.uk/v28/n18/judt01_.html). Transcribo mi entrevista a Slavenka Drakulic- del pasado octubre en Berlín para mi libro balcánico, ella me decía: "No nos engañemos, en la antigua Yugoslavia, aunque ahora esté mal visto reivindicar el comunismo y nadie se atreva, la gente no renuncia a la idea de la justicia social, de la misma manera que ocurre en algunos lugares de Occidente, en Suecia, aunque gane la derecha no se va a hacer una reforma realmente conservadora que acabe con el estado del bienestar. La idea de la justicia social es el legado del comunismo y nadie quiere renunciar a eso." Mientras, una multitud de movimientos sociales no muy organizados sustituye el papel de los partidos comunistas o a la izquierda inexistente en unas democracias donde la abstención crece y crece. Los Hijos de Don Quijote ( ELPAIS.com - Hijos de Don Quijote - Opinion / Blogs ), los antiglobalistas, los okupas, etc. Ningún partido recoge sus reivindicaciones, que son consecuencia de una sociedad cada vez más injusta...Y si las recogen en sus programas, no las cumplen cuando llegan al poder. El PSOE prometió aumentar el presupuesto de educación e investigación y reducir el militar Pero no lo hizo. Según John Kenneth Galbraith-, la única diferencia que se mantenía entre la izquierda y la derecha en Occidente era la inversión en educación... (Y desde luego, viajando a los países ex comunistas, creo que uno de los legados indiscutibles del comunismo es la educación, que todos reconocen). Pero entonces, ¿dónde queda la izquierda en este país?

miércoles, enero 10, 2007

Columnas

Foto: ¿Cariátides o atlantes? Ermitage, San Petersburgo, 2004 Yo siempre quise tener una columna en un periódico o una revista, incluso llegué a proponer una columna sobre la ciudad, pero no la aceptaron, querían naturalmente a alguien que les hiciera vender más periódicos, alguien provocador y lo que llaman "políticamente incorrecto", por ejemplo, ingeniosamente misógina como Empar Moliné. Pero ese no es mi caso. Mis columnas eran demasiado literarias, dijeron otros. O bien ¿para qué queremos más? Tenemos a todos los columnistas que necesitábamos, me dijeron los terceros. Mis columnas sólo le gustaban a Carles Hac Mor, a Lydia Oliva, a Joan Comas o a los lectores de mi blog. San Petersburgo es una ciudad literaria y yo tuve la suerte de ir a hospedarme a casa de un amigo gay filorruso que tenía entonces y que luego dejó de quererme, y pude visitar la maravillosa casa museo de Akhmatova, me encantan esas casas museos a la rusa, sin aspavientos, con papeles explicando lo que se ve en cada habitación y más con la historia dramática y especial de esa poeta, (The Anna Akhmatova Museum at the Fountain House donde vi un vídeo genial sobre su historia), la de Dostoievski, DOSTOEVSKY RESEARCH STATION: 200 Relevant Links- y las de Pushkin (hay que ponerse esos zapatos de tela sucia sobre los propios) y Saint Petersburg Nabokov Museum (Speak Mnemosine), pero también de subir a esos taxis improvisados de gente que te lleva a un sitio por un precio negociado y barato, a toda velocidad y fumando como serbios, fui al Marinski a ver Manon Lescaut, pero también asistí a un party ruso donde Serghei bailó conmigo sin tasa y bebió vodka con pasión (a mí se removía el higadillo sólo de verle) y al día siguiente probé maravillosas ensaladas de pickles y borscht en otra casa y pude pasear con mis anfitriones por el barrio de Rashkolnikov y probé los mejores kéfir y me llevaron a algunos palacios y escuché muchas historias con acento ruso. Serghei, que era actor, había comprado su habitación en una komunalka pero no podía vivir allí ni venderla, porque todos sus vecinos eran alcohólicos y dejaban la puerta abierta y entraban siempre ladrones. Dima, un guapo arquitecto soñador que apareció en un museo llenándolo todo de luz, me contó su teoría de las 9 estaciones de su ciudad, los mosquitos nos acribillaron en su bonito y caótico apartamento sobre el río, merendamos en un barco una especie de cóctel de frutos del bosque, y fotografié a esas mujeres vestidas como inglesas excéntricas en versión eslava que venden frambuesas y ramitos de flores en la calle. Y tantas otras cosas.

martes, enero 09, 2007

Texto que leí en la cárcel de Quatre Camins

Al otro lado En 1974, cuando ejecutaron al anarquista Puig Antich, yo me hice comunista. Ahora sé que fue un gesto incongruente, porque los comunistas no hicieron mucho por ayudarle. Pero entonces no lo sabía y quería hacer algo más que ir a las manifestaciones o huir de la policía en el cementerio, tirando claveles rojos contra el cielo. No es que no hubiera más candidatos. Mis mejores amigos, en un sentido más íntimo y festivo, eran anarquistas. Y una tarde de sábado, cuando Lesseps era aún una plaza quieta de Barcelona, con sombra silenciosa de acacias y sauces, fui a una reunión trotskista, invitada por un chico de pelo crespo y rizado al que llamaban Bé, que tenía las palmas de las manos misteriosamente brillantes, como cubiertas de una película de pegamento transparente. En aquella reunión nos repartieron un papel impreso y enseguida vi que el tercer punto de la orden del día era el Asalto al Estado. Yo miré a mi alrededor: si aquellos éramos los que teníamos que asaltar el Estado, la cosa no iba a acabar bien, así que me fui antes de que terminaran de hablar. Un profesor de matemáticas me había prestado una edición vieja de Las cuatro tesis filosóficas de Mao, y me gustó, pero a diario y en persona, los maoístas irradiaban un aire vitalmente puritano y excesivamente heroico que me repelía. Fui a algún seminario de Bandera Roja, en el salón de una casa burguesa, con sofá de terciopelo pardusco, pero había que estudiar con un libro que parecía escrito para niños. Los comunistas me dieron un nombre de guerra al que nunca me acostumbré. Oía gritar Teresa por la calle y no me volvía. El curso siguiente nos distribuimos por los institutos y yo me matriculé en uno que estaba cerca de la Cárcel Modelo. El nombre parecía una parodia amarga, y aquel edificio me impresionaba. Era sólo una representación: entonces, el país entero era una gran cárcel, todos éramos sospechosos y estábamos sometidos a una torpe pero constante vigilancia. Por la calle nos pedían el carnet de identidad, estaba prohibido besarse, ir disfrazado, ser homosexual o reunirse más de cuatro personas. Y al mismo tiempo, la cárcel me recordaba otros encierros, otras prisiones (todos somos prisioneros de algo). Recuerdo bien haber pasado todos los días junto a aquellos muros rosados con las torretas de vigilancia. Me contaron que una noche, dos de aquellos comunistas jóvenes, algo atolondrados con sus sprays, vieron una pared inusualmente despejada que les pareció ideal para hacer una pintada. No sé qué escribieron. Tal vez Llibertat, amnistia o algo similar. No vieron las torres ni se fijaron dónde estaban. Les detuvieron inmediatamente. A veces, al pasar por Entenza o incluso desde el Instituto, llegaba de la cárcel un sonido especial, un estrépito metálico de cubiertos golpeados ferozmente al unísono, una advertencia que sobrecogía por su intensidad rítmica. Se hacía un silencio alrededor, como si la calle entera contuviera el aliento ante el gesto de una multitud invisible de hombres encerrados en medio de la ciudad, protestando por las condiciones de su encierro con un ritual poderoso y oculto. Desde fuera, la cárcel era como un silencio encerrado entre muros, como un calcetín vuelto del revés, que secuestrara una parte del mundo y la ocultara a la vista de todos. Más lejos y entonces mucho más oculta y olvidada, estaba la cárcel de mujeres, donde fui dos veces a buscar a una amiga que salía y escuché relatos sarcásticos de su extrañamiento y de los personajes dostoievskianos que había conocido. También en aquella época, sentenciaron a un amigo a un año de cárcel. Le habían cogido en una manifestación con una piedra en la mano y le acusaron de terrorismo. Su abogado me pidió que le hiciera de “novia oficial”, porque su familia estaba lejos, su padre era guardabosques en un pueblo de Burgos y nadie podía hacerle visitas. Así, todos los miércoles, yo hacía cola en medio del abigarrado y colorido bullicio de mujeres con niños que iban a ver a sus hombres. Muchas me preguntaban y me contaban historias interrumpidas, que entonces me chocaban y que olvidé hace tiempo. Yo tenía diecisiete años. Llevaba paquetes, que un funcionario hosco abría y examinaba en una ventanilla. Era inevitable pensar en el mito cinematográfico de la lima dentro del pan. Siempre me pareció increíble que alguien pudiera limar unos barrotes y escapar así. Ya no recuerdo qué había en aquellos paquetes, pero creo que eran más bien libros y cosas que él había pedido. Durante las visitas, mi amigo estaba cerca y lejos, al otro lado de una doble separación de metacrilato transparente, con unos agujeritos que no coincidían y que impedían que nos tocáramos la mano siquiera para saludarnos. A veces, no sabíamos qué decirnos y nos entraba la risa, más que dramático, aquello era ridículo, aunque también fuese difícil o produjese rabia; pero él me había prohibido llorar. Al cabo de unos meses le concedieron el traslado que había pedido: la Modelo no era una buena cárcel para presos políticos, porque había pocos y no habían conseguido mejoras sustanciales. Un día corrió un falso rumor de que habría amnistía y fui a verle a Zaragoza con dos de mis hermanas. Era poco antes de Navidad y a mí me habían robado la documentación en un mitin, así que sólo llevaba un resguardo provisional del carnet. Llovía mucho y el frío era intenso. El coche se nos paró en la carretera, llena de camiones, y no había forma de arrancarlo, pero al fin logramos llegar. La cárcel me pareció gigantesca, helada y medieval: sólo le faltaba un foso y un portón con cadenas. Entonces no sabía del historial terrible y represivo de hambre, infecciones y hacinamiento de aquel penal justo después de la guerra civil. Vi toda la ciudad contaminada de aquella hostil melancolía, o de la fealdad del Pilar que tanto gustaba a los franquistas. No sé cómo convencí al director de la cárcel de que me dejara verle, sin llevar siquiera la documentación precisa. Tal vez fuera mi edad o la desesperación de aquel viaje inútil, pero acabó accediendo. Mis hermanas tuvieron que quedarse fuera. Nada más cruzar el patio de la cárcel, con hielo en los charcos, tropecé con una rata que corría, tan asustada como yo. En la visita, mi amigo estaba mucho más lejos que en la Modelo: entre nosotros había un corredor por el que paseaba un guardia armado, que de vez en cuando nos tapaba la visión mutua, y teníamos que hablar a gritos. Más tarde, mi amigo pidió el traslado a Jaén, donde había un montón de presos políticos, y según él, comparado con las otras, aquella cárcel parecía un internado o un colegio mayor. Yo le escribía cartas y le mandaba paquetes. Una vez, entre varios amigos, le hicimos un damero, una especie de crucigrama, y la solución era un eslogan famoso y entonces prohibido, como casi todo: “El pueblo unido jamás será vencido”. Nos moríamos de risa componiéndolo. Lo censuraron: era gracioso imaginarse al funcionario intentando resolverlo. Se lo dieron al salir de la cárcel, cuando ya lo habíamos olvidado, y él había cumplido el año de condena. Eran otros tiempos. Pero la cárcel sigue siendo un calcetín vuelto al revés, que recoge una parte del mundo y la encierra entre muros rosados o grises, y quizás ofrezca a cambio un paréntesis de tiempo, un tiempo que en la calle apenas existe, salvo para unos pocos. Lo que llamamos azar o destino podría ser sólo una red tupida de circunstancias externas, encuentros, errores, impulsos eléctricos, costumbres arraigadas, estrategias históricas y leyes interpretadas. Aun con las diferencias, tal vez nadie esté protegido contra sí mismo, tal vez todos podríamos estar alguna vez al otro lado.

En cuanto al proceso de paz

Hockney, Celia reading Sorprende ver la alegría de algunos al ver que se ha roto. Como si hubiera otra salida que no fuera negociar y dialogar. Tal vez Zapatero sea un iluso o esté mal informado, pero al menos tiene interés en acabar con esta guerra. En cambio otros prefieren eso que llaman "guerra antiterrorista". Cuando la guerra de Irak y las famosas elecciones pensé que en este país la gente estaba contra la guerra, pero curiosamente, pocos están a favor del proceso de paz. Es obvio que el PP ha hecho todo lo posible, con sus jueces y su propaganda y su uso perverso y obsceno de las víctimas, para sabotear el proceso. Como si en Inglaterra hubiera sido fácil y rápido acabar con la lucha armada del IRA. Como si en un proceso así pudiera no haber retrocesos. Como si no hubiera una obligación moral de recuperar a Batasuna y sus votantes y simpatizantes. Como si en la democracia no fuese obligado hablar y negociar antes que ninguna otra cosa. Como si las relaciones no se basaran siempre en negociaciones. Pero los discursos fáciles siempre arrastran a todos los que prefieren no pensar. Hay muchas cosas que me decepcionan de este gobierno. Que no hayan cumplido invirtiendo más en educación e investigación que en lo militar. Que no se hayan atrevido a hacer una Ley de la Memoria Histórica como defienden los juristas progresistas, que permita revisar y revocar los procesos de la dictadura despiadada y arbitraria que acabó con la II República y con las expectativas de este pobre país. Que no hayan osado desafiar el poder exagerado de la Iglesia católica (tan responsable del franquismo) y hayan firmado un acuerdo tan injusto, que nos obliga a todos a financiarla. Que no hayan apostado claramente por lo social, ni siquiera en lo fiscal, corrigiendo las injusticias que instauró el PP. Pero su acceso al poder me produjo un gran alivio y cierta esperanza. Han hecho algunas cosas defendibles. Con ellos no todo está perdido. Y la idea de un retorno del PP al poder me produce una infinita desazón. No sé si mi salud podría resistirlo.