domingo, noviembre 23, 2008

Van lloviendo cartas

Foto: Lewis Hine, Newspaper Boy (gentileza de L. O., que me hace descubrir estas fotos)
que contrarrestan asombrosamente con la entrevista del arquitecto responsable del desaguisado de Lesseps. En esa entrevista el arquitecto se situaba por encima del bien y del mal y defendía ese horror diciendo que en diez años (como mínimo) habrá verde en la plaza y ni un solo momento se planteaba si tenían derecho él y el ayuntamiento a privar a los ciudadanos de la antigua frondosidad y quietud de esa pobre y ya terrible plaza. Hoy en La Vanguardia, otra carta
Hereu i Lesseps
Múltiples esqueles aparegudes en aquesta secció ens recorden que l'espai verd anomenat plaça Lesseps ens ha deixat per sempre. La tristesa del veïnat per tan lamentable pèrdua s'ha vist incrementada en adonar-se del tarannà barroer del seu successor, ja que el nou Lesseps, lluny de ser acollidor i unir el veïnat (tal com feia el difunt), espanta tot aquell que gosa acostar-s'hi.
Ara cal que l'Hereu es pronunciï i decideixi quant de temps més els veïns hauran de seguir guardant dol i vestint de gris intens o si, per contra, en record de l'esperit alegre del difunt i del dret ciutadà legítim, es permetrà en aquell espai desolat alguna pinzellada de color verd que apaivagui la profunda tristor i ens faci recordar l'antiga grandesa.
MARTÍ GASSIOT GARRIGA
Barcelona
Ayer, en una película de Rohmer, un personaje pedía que la pena de muerte se eliminara, "sauf pour les architectes" y explicaba la perversidad con que nos han ido sustrayendo nuestra vida de antes para convertir nuestro paisaje en un simulacro asfixiante donde todo es, como en la política, mentira.
No se pierdan el artículo de Dietario Voluble de VM de hoy, donde el escritor, que está en Saint-Nazare, dice: "Pero cuando dejo mi confortable posición en la cama y me asomo a la ventana, se me aparece en toda su siniestralidad el hormigón y la atmósfera de hierros retorcidos de la antigua base nazi y, literalmente aterrado, creo estar en mi ciudad natal viendo los ingenios antiaéreos de la plaza de Lesseps, de la Panzer Platz, como la llama Jacinto Antón."
Otro artículo tremenadmente pesimista es el de Ramón Muñoz en El País, donde cuestiona la idea de que el sistema financiero español está seguro y prevé una depresión como la del 29, con suicidios y desesperación. Habrá que preparar asociaciones de amigos sin casa y renunciar a tener libros ni ropa, por lo que a mí respecta. Espero que para entonces el movimiento okupa se haya reforzado porque los habrá de todas las edades y yo seré una de ellos, si es que no desespero como el amigo de Groucho Marx.
Los más optimistas dicen que la crisis será una forma de corregir la irrealidad, etc., y así es, el problema es que los gobiernos, sobre todo el nuestro, no parecen extraer ninguna lección ni corregir nada. Nadie contiene los precios en este país, y todo es mucho más caro que hace pocos meses, y luego se escandalizan de que baje el consumo. Ellos prefieren inyectar en el sector inmobiliario, y siguen cortando árboles y destrozando el paisaje con pretextos de infraestructuras que nadie necesita. Hacen oídos sordos a los avisos internacionales de la UE y la OCDE de que tenemos el índice de abandono escolar más alto de Europa y el fracaso escolar es igualmente alto mientras que el nivel de conocimientos sigue bajando. A nuestro gobierno no le importa: anuncia recortes en la inversión educativa, para llegar al analfabetismo completo, además de la desmemoria. No es extraño que ya no podamos salir en fin de semana sin topar con esas hordas de gente chillona que hace sus necesidades en la calle, pone los pies en el asiento en el metro, aúlla a sus móviles en una sala de espera o empuja a quien sea para pasar. Ni tampoco que la gente no sepa hablar sino hacer ruido y que acepten todos los abusos del gobierno sin pestañear, ni que los jóvenes hayan olvidado de quién era Franco y lo que pasó en este país en el siglo XX (y Zapatero se alegra).
En fin, voy a seguir leyendo artículos apocalípticos...

No hay comentarios: