lunes, marzo 31, 2008

Guerras del agua y cemento

Foto: Guillermo Aguirre, Paula a Bonsuccès, 2008
Me da la sensación de que la ciudad entera es una cantera. Ya no puedo despertarme sin oír el fragor de las obras, ni mirar afuera sin ver un paisaje de grúas. Sant Gervasi es un barrio altamente contaminado. Aún después de que haya llovido toda la noche (¿lloverá en los pantanos? me preguntaba yo entre sueños ¿aprovechará alguien esta agua?), al salir de mi casa me pregunto una vez más si no debería llevar mascarilla. El aire es puro tubo de escape y los estúpidos automovilistas tocan el claxon al tiempo, como si eso sirviera de algo, aparte de molestar a los pocos bichos raros que, como yo, aprecian el silencio. Todo es cemento. Arrancan los árboles y destruyen los pequeños jardines, que sustituyen por parkings. ¿Pero quién se quedará esos pisos, si las ventas van a descender hasta mínimos y ha estallado la poderosa burbuja inmobiliaria? Dicen algunos expertos que el descenso y la crisis serán tan largos como en Japón, donde empezó en los 90 y sigue. Por otra parte han empezado las anunciadas guerras del agua, ¿pero a quién le importa? Se anuncian restricciones severas, de varias horas al día. Sin embargo, no quieren relacionarlo con su política contaminante y cementosa. En Canadá vuelven a abrir la veda de la brutal caza de focas. Los polos se resquebrajan. Parece asombroso que a esa gente no le importe nada, se supone que tienen un planeta de reserva donde vivir, o que por supuesto, no tienen descendencia o son tan indiferentes a ella que les da lo mismo lo que pueda ocurrirles. Mientras ellos cobren y disfruten de su festival de dinero y cemento, ¿qué importa todo lo demás? Ya sé que me repito, pero leo los periódicos y no concluyo nada. Por un lado, los desastres ecológicos, por otra, los políticos con su insistencia en cerrar los ojos a todo lo que ocurre. Ayer, Carme Chacón decía, bajo una foto sonriente: "Nuestro mercado inmobiliario es el mejor del mundo". Aunque sea a costa del clima y del paisaje. Aunque signifique destruir el patrimonio y la identidad histórica de ciudades y pueblos. Aunque sea a costa de la degradación de la costa. Ese partido se autostúa en la izquierda. ¿Qué le importa a ella, si es el mejor mercado inmobiliario del mundo? Y por otra parte, un informe de un profesor de la UPF hablando en serio de la crisis desmentía sin esfuerzo ese estúpido optimismo mercantil.

jueves, marzo 27, 2008

Los laboratorios farmacéuticos y la ética

Foto: I.N., Una urraca me ha visitado esta mañana, antes de que empezara el estruendo de las obras, 2008
Copio aquí una entrevista que me parece valerosa y contundente. Me produce cierta esperanza que algunos profesionales del sector, médicos, psiquiatras, psicoanalistas, farmacólogos, empiecen a rebelarse frente a un statu quo de Sanidad y mercado en el que el dinero pasa por encima de todo escrúpulo, aunque eso signifique hacer daño a los pacientes. Y ese daño implique también la muerte. Para mí, oponerse y rebelarse al poder de esos laboratorios que hoy financian a los partidos políticos y a todo médico que lo acepte, condicionan y falsean investigaciones, etc., es una de las más importantes formas de resistencia hoy.
Joan Ramón Laporte:
La industria farmacéutica se inventa enfermedades
LA VANGUARDIA
Habla claro y con contundencia. Y sin miedo. Laporte se ha atrevido a desafiar a la industria farmacéutica y la acusa de anteponer el derecho al lucro a los derechos humanos. Para ganar más dinero, según este catedrático de la Universidad Autónoma de Barcelona, no dudan en inventarse nuevas enfermedades y crear nuevos fármacos que son menos eficaces, más caros y mucho más peligrosos, con el beneplácito de los las autoridades sanitarias y políticas.
Por JOSE VÁZQUEZ
Joan Ramón Laporte es jefe de Servicio de Farmacología Clínica del Hospital Vall d'Hebron y catedrático de Farmacología Clínica y Terapéutica de la Universidad Autónoma de Barcelona. Desde su posición, carga contra el gasto farmacéutico y defiende un uso eficaz y eficiente de los medicamentos. Él ha demostrado que es posible en su hospital, donde utilizan fundamentalmente 400 medicamentos esenciales, a pesar de que el año pasado salieron al mercado cerca de 700 nuevos fármacos. Esta oferta también es cuestionada por Laporte, que no duda en enfrentarse a la 'poderosa' industria farmacéutica, el sector comercial con más beneficios económicos, por delante incluso de la banca privada, según datos de la ONU. En el año 2001, publicó un artículo en el que acusaba de "fraude científico" la comercialización por parte de los laboratorios Merck de un nuevo analgésico, el Vioxx, aprobado en un tiempo récord por las autoridades sanitarias. La compañía se querelló contra Laporte, pero el juez falló a favor del catalán y en la actualidad, el medicamento ha sido retirado y se estima que puede ser responsable de casi 100 mil muertes en todo el mundo.
En el último año, varios libros y una película, El jardinero fiel, han denunciado los auténticos intereses de las grandes corporaciones farmacéuticas: obtener los máximos beneficios sin importar la vida de las personas.
Sí; como cuenta Jean Ziegler en su magnífico libro Los nuevos amos del mundo, raramente las compañías multinacionales rinden cuentas de manera verdaderamente transparente. Los dirigentes de estas compañías le rinden cuentas a la asamblea anual de accionistas, no a las autoridades sanitarias, los sistemas de salud o los ciudadanos. Se trata de compañías con ánimo de lucro. Y precisamente esto ha determinado ciertas actitudes, que han sido calificadas de prepotentes, incluso de genocidas. Lo que son capaces de llegar a hacer lo hemos visto diariamente en la prensa en los últimos años: negar los antirretrovirales a quienes sufren el SIDA, presionar a países en desarrollo con tratados comerciales más duros, etc.
Hay muchas acusaciones contra la industria, por ejemplo, que se inventa enfermedades para medicar a la gente y así vender productos que estas personas realmente no necesitan.
Sí, se juega básicamente una doble estrategia: ampliar al máximo el mercado y mantenerlo bien ampliado. Para ampliar el mercado, se inventan enfermedades, se convierten problemas en enfermedades y se exageran enfermedades. Un ejemplo de invención es presentar la calvicie como enfermedad. Un ejemplo de convertir problemas en enfermedades es diagnosticar a los niños movidos o traviesos como niños con déficit de atención e hiperactividad. Un ejemplo de la exageración de enfermedades son las campañas de opinión general para concienciar a la población sobre el colesterol. Estas campañas no conciencian, sino que más bien alienan y engañan. Otra manera de ampliar el mercado de las enfermedades consiste en modificar sus definiciones: en los últimos años la cifra de presión arterial considerada patológica ha ido bajando, al igual que la cifra de colesterol.
Esto supone que una persona con una determinada cifra de tensión arterial o de colesterol que antes era normal, ahora puede necesitar medicación… ¿Cómo es esto posible?
Por la manipulación de los resultados de la investigación, la influencia indebida sobre sociedades mal llamadas científicas y la compra directa de la conciencia de los llamados "expertos", generalmente médicos del sector público o de la universidad, o de ambos, bien pagados por la industria farmacéutica para difundir sus mensajes. Son gente que no tiene ningún problema en decir una cosa un día y la contraria al día siguiente. Su conciencia parece movida desde su bolsillo.
Otro tema en cuestión: los nuevos fármacos. ¿Son mejores que los que ya existen?
Las compañías farmacéuticas suelen lanzar sus nuevos productos con el mensaje, más o menos explícito, de que son superiores a los ya existentes. En el argot convencional de la farmacología y la regulación de medicamentos, decimos que un tratamiento es eficaz cuando es superior a placebo (es decir, a nada o casi nada). La legislación europea (ni tampoco la norteamericana, ni la de ningún país) no obliga a comparar el nuevo fármaco con los anteriormente existentes, con el objeto de saber si aporta alguna ventaja en eficacia, seguridad, conveniencia o coste. No, sólo obliga a la comparación con placebo. De modo que la legislación está escrita como si viviéramos en un vacío terapéutico, como si ahora mismo no tuviéramos ningún fármaco. El resultado es que cuando sale un nuevo fármaco, no sabemos si es mejor o peor que los anteriormente disponibles. Lo único que sabemos es que es más caro. Y también sabemos que, por poco conocido, genera más incertidumbre sobre su eficacia, su seguridad y en general su empleo.
Sobre la gripe aviar:
"Hay mucha exageración. Mueren cada minuto 50 niños de hambre, pero la propia OMS proclama que la prioridad es la gripe aviar, cuando no se puede hablar de pandemia, pues no afecta a todos los países de manera generalizada, tampoco se puede hablar de epidemia, pues no hay un número significativo de personas afectadas. Sólo hay una serie de apenas dos centenares de casos en todo el mundo y durante tres años, una cifra ridícula. Además, todos los casos han ocurrido en personas que conviven con aves domésticas. Más aún: no ha habido casos de contagio de ser humano a ser humano, es decir que el virus aviar sólo pasa al ser humano si se insiste en que pase. Por otra parte, sustancialmente no se sabe si el famoso antivírico, el oseltamivir (nombre genérico de Tamiflu) es efectivo. Lo que sí se sabe ya es que el virus, en su forma actual, desarrolla rápidamente resistencia al oseltamivir, de modo que podría no servir para nada. Es ridícula la carrera de los políticos por decir que tienen más antivíricos que el vecino. Las declaraciones del comisario europeo de salud, de la ministra española y de la consejera catalana, en plan a ver quien tiene más Tamiflu, me parecen de una frivolidad extraordinaria. Ningún político -y lo que es peor, tampoco la OMS- ha dicho que si se diera una epidemia lo primero que habría que hacer son ensayos clínicos para saber si el oseltamivir u otros antivíricos son eficaces en el tratamiento de la enfermedad. Total, reina el caos neoliberal, que no tiene nada de liberal: la primera reacción de Bush cuando oyó hablar de la gripe aviar fue anunciar que el ejército será el encargado de la lucha contra la gripe aviar en Estados Unidos (claro, como no tienen sistema de salud, y además el ejército lo hizo tan bien en Nueva Orleans, parece lógico, tratándose de Bush); a continuación le pidió al Congreso una ampliación del presupuesto en 1.000 millones de dólares para la lucha contra la epidemia, que destinó al ejército, no a sanidad. Que Dios o quien sea nos coja confesados".
El caso del tratamiento para la menopausia también es significativo. Durante años, y todavía hoy en día, se receta a las mujeres por tener muchos beneficios. Ahora, sin embargo, se ha demostrado que los efectos son otros.
El tratamiento hormonal sustitutivo para las mujeres menopáusicas, promovido frenéticamente durante los años noventa, ha sido uno de los peores fiascos de la terapéutica moderna. Sólo con pruebas de un efecto modesto de protección frente a fracturas óseas, fueron promovidos para la prevención de la enfermedad cardiovascular, el Alzheimer, etc. Pero ya desde los años setenta se sabía que los estrógenos incrementan el riesgo de cáncer de endometrio y el riesgo de cáncer de mama, y que empeoran el pronóstico después de un infarto de miocardio. Pero el negocio es el negocio, y la memoria es débil, sobre todo cuando se oye el tintineo del dinero. Y así fue que, ante la complacencia de las autoridades de salud, fueron promovidos para uso masivo, no sólo por las compañías farmacéuticas, sino también por mal llamadas asociaciones científicas, como la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia, financiadas a su vez por las compañías fabricantes. Ahora se ha demostrado que realmente estos preparados incrementan el riesgo de cáncer de endometrio, cáncer de mama, infarto de miocardio, pérdida de función cognitiva y demencia, e incremento del riesgo de tromboembolismo pulmonar y enfermedad tromboembólica.
Más acusaciones contra la industria: las farmacéuticas financian el 75% de la FDA y el 80% de la Agencia Europea del Medicamentos, organismos públicos que supuestamente controlan la aprobación de nuevos productos en Estados Unidos y Europa, respectivamente.
El presupuesto de las agencias reguladoras es cubierto en estas proporciones por fondos procedentes de la industria farmacéutica. Dado que la industria paga por la revisión de los trabajos que presenta para sustentar el registro de medicamentos, las agencias compiten por trabajar para la industria. Han olvidado que fueron creadas y deben trabajar para los ciudadanos, para defender la salud de los ciudadanos ante las deformaciones diseminadas por la industria.
Las consecuencias de las acciones de industria son muy graves y se habla de miles de muertos por efectos adversos de medicamentos. ¿Se pueden cuantificar las muertes provocadas por la falta de ética de las compañías?
Las muertes provocadas por falta de ética serían difíciles de contar. Las provocadas por medicamentos son en teoría contabilizables. Y también podrían serlo las producidas por medicamentos innecesarios. No hay estudios formales sobre esta cuestión, pero hay muchos datos que indican que el problema es de cuantía. Por ejemplo, calculo que el tratamiento hormonal sustitutivo habrá causado en España unos 15 mil casos adicionales de cáncer de mama en un período de 10 a 12 años (en los años noventa), y unos miles de casos de cáncer de endometrio, más centenares de casos de enfermedad tromboembólica, posiblemente miles de infartos, etc. El Vioxx puede haber producido entre 500 y 1.000 muertes en nuestro país. Lo grave de estos asuntos es que estos medicamentos no los necesitaba nadie o casi nadie, y fueron promovidos de manera salvaje, sin que se prestara la más mínima atención a la reducción de riesgos. En el caso del Vioxx la compañía fue más lejos, y me demandó a mi y al Instituto que dirijo por haber dicho en el 2001, tres años antes de su retirada, que incrementaba el riesgo de infarto de miocardio, y que sospechábamos que la compañía lo estaba escondiendo..., como ha sido demostrado con su retirada, a causa de un incremento del riesgo de infarto. ¿Cómo es posible que las autoridades sanitarias no hayan sancionado a la compañía? ¿Cómo es posible que una compañía con este comportamiento siga operando en nuestro país sin que las autoridades le digan nada?
Pues ésa es la pregunta: ¿cómo es posible?
Caben muchas hipótesis. Quizá una mayor transparencia en la información sobre financiación de partidos políticos (y quizá también de otras instituciones del Estado) ayudaría a explicar esta situación. Las administraciones públicas están más preocupadas en sacar tajada de los fondos aportados por la industria farmacéutica en investigación clínica, que en los problemas de salud de la ciudadanía que no son investigados porque la industria no tiene interés primario en ellos. La industria no es una ovejita, pero no es la responsable única del caos reinante. Y además, nuestro sistema de salud no verifica lo que hace, y esto es grave, muy grave.
Un grupo francés demandó a la industria por genocidio. ¿Es exagerado?
No sé qué decirte. Cuando se anteponen los intereses comerciales a los intereses de salud y muere gente a consecuencia de ello, no es un genocidio deseado y programado. Pero lo cierto es que las actitudes y prácticas ultracapitalistas en cuestiones relacionadas con la salud causan muertes, dejan millones de niños huérfanos y desestructuran todavía más la sociedad.
Ante esta situación, ¿qué debe hacer cualquier persona que va al médico y le recetan un medicamento?
Pues lo primero, esperar que le cuente qué cree que tiene. Lo segundo, si le prescribe algún medicamento, preguntar para qué es. Incluso me atrevería a decir que no estaría de más decirle al médico que lo hemos ido a visitar porque tenemos un problema, no porque queremos que nos den un medicamento. Una visita al médico podría terminar sin que éste prescriba un medicamento. Lo tercero, si el medicamento que prescribe el médico no es un genérico, preguntar por qué motivo no da un genérico, que debería ser considerado de primera elección, y se ve obligado a recetar uno de marca. ¿Es que algo va mal con mi enfermedad doctor, para que me dé este medicamento nuevo? ¿Es que tengo alguna característica especial que no permite que me recete el medicamento con mayor experiencia de uso? Por último, y esto ya en cuanto a los políticos, creo que deberían prestar más atención a la salud de los ciudadanos que a la salud de la industria farmacéutica.
MEDICINAS Y SALUD. Una combinación que no siempre funciona, ya que hay fármacos que no sólo no curan, si no que pueden matar.
· El jardinero fiel, de John Le Carré. Editorial Plaza&Janés, 2001.
· Los nuevos amos del mundo, de Jean Ziegler. Editorial Destino, 2002. · La verdad acerca de las compañías farmacéuticas: cómo nos engañan y qué podemos hacer, de Marcia Angell. Random House, 2004.
· Los inventores de enfermedades, de Jörg Blech. Editorial Destino, 2005.
· El jardinero fiel, de Fernando Meirelles. United Internacional Pictures, 2005 (película).

viernes, marzo 21, 2008

El rincón del azufaifo

Retrat del ginjoler, de uno de los pequeños artistas de l'Escola Sant Gregori
Alguien partidario del cemento y la degradación del barrio ha arrancado bruscamente nuestros carteles del rincón del azufaifo con nocturnidad y vesania. Son la misma gente que arroja basuras al jardín del azufaifo y que prefiere una ciudad fea, contaminada y degradada con tal de que el dinero del cemento siga llenando los bolsillos de los constructores. Que sepan que volveremos a fotocopiar esos artículos de la prensa que nos apoyaron en la campaña por preservar un árbol bicentenario, y volveremos a colgarlos de nuestra esquina tantas veces como haga falta.

lunes, marzo 17, 2008

La violencia

Foto: David Goldblatt
Leo en El País: "Acusados tres agentes de pinchar el salvavidas a cuatro inmigrantes. Intentaban llegar a nado a Ceuta y uno de ellos murió ahogado"... Continúa explicando: "Una embarcación de la Guardia Civil con tres agentes interceptó a cuatro inmigrantes (tres hombres y una mujer) que intentaban llegar a nado a Ceuta desde la costa marroquí. Los agentes les detuvieron, les esposaron y volvieron con ellos a aguas marroquíes. Les empujaron al agua y les pincharon con un cuchillo los salvavidas que llevaban, según el fiscal..."
"El hombre fallecido era un senegalés de 29 años, que "comenzó a pedir auxilio diciendo que no sabía nadar". Los agentes se lo tomaron "a broma y se rieron", según el escrito del fiscal. Poco después se percataron de la realidad y un guardia civil se tiró al agua para sacar al inmigrante y tratar de reanimarle, pero ya era demasiado tarde. Efectivos del Emergencias estuvieron más de una hora en una cala ceutí realizando sin éxito maniobras de reanimación. Sólo pudieron certificar su muerte..." "CEAR añade en su denuncia, en la que cita como testigo a otro de los inmigrantes de aquella expedición, que cuando los sin papeles llegaron a la costa marroquí de Beliones, junto a la frontera este de Ceuta, los agentes de ese país se negaron a aceptar al que presentaba "signos claros de agonía", por lo que la Guardia Civil llamó a una ambulancia de Ceuta, que tardó casi una hora en llegar, y dos camilleros recogieron al hombre cruzando por la cancela fronteriza, en lugar de la frontera oficial." "El fallecido fue enterrado en el cementerio de Santa Catalina de Ceuta como no identificado, si bien las gestiones de la CEAR determinaron que se trataba de Laucling Sonko, de 29 años, nacido en Samboulandian (Senegal), que tenía una hermana, un cuñado y un primo con residencia legal en Vícar (Almería)."
Luego, la gente se sorprende hipócritamente de las atrocidades que se cometen en las guerras, en otros lugares. La complicidad colectiva. El divertimento de los chicos que quemaron a la homeless en un cajero, no muy lejos de mi casa. Estas cosas también pasan en nuestro país. Yo sigo pensando que quien se alista en la policía o en el ejército voluntariamente es porque tiene una violencia interna que no sabe cómo vehicular. No muy distinto de cualquier delincuente. Algo roto dentro. Algo enfermo.
Atacar precisamente a quien es más vulnerable no es un signo precisamente de valentía. Pero es lo que suele hacer la policía, lo que suelen hacer los soldados.

jueves, marzo 13, 2008

Analfabetismo y olvido

Foto: G. Basilico, Beirut, 2005
Una amiga me contaba que ayer, en el Palau de la Música, el Coro de Cámara del Palau de la Música, Moonwinds, con Jordi Casas i Bayer de director, tocaba la Misa núm. 2 en Mi menor de Bruckner. Dice: "Isabel, ayer el concierto, sobre todo la segunda parte, fue precioso, tocaron una Misa de Bruckner, que además era dificilísima de cantar. Pues bien, la gente se iba, sin esperar a la pausa del cambio de movimiento..." Me cuenta que la programación musical de ciudades pequeñas de otros lugares de España es mucho más avanzada, la propia Girona, pero también, qué sé yo, en lugares como Cuenca se hacen conciertos de música del siglo XX que en Barcelona fracasarían y por tanto, ya apenas se programan. El público del Palau, del Liceu, del Auditori, sólo espera la programación de siempre, y al siglo XX no ha llegado, ni siquiera a finales del XIX.
Mi amiga sigue escribiendo
"Mira qué bonito: 80.000 C'est le nombre de bougies allumées hier soir à Vienne en hommage aux 80 000 victimes autrichiennes du nazisme. Le lieu de commémoration : la place des Héros, là où le 15 mars 1938 Adolf Hitler célébra sous les vivats de 250 000 personnes l'Anschluss (annexion) de son pays natal au IIIe Reich."
Y concluye que es una desgracia vivir en un país como éste y yo sé lo que quiere decir: un país desmemoriado, que desdeña la historia y a sus víctimas, que ha dejado que los testigos de las convulsiones del siglo XX fueran desapareciendo sin darles espacio ni voz, mientras en Francia los maquis españoles llenaban debates en las televisiones, una ciudad que borra todas las marcas de su historia, que jamás encenderá velas por los fusilados en el lugar donde se ha construido el Fòrum, un país que no respeta los árboles ni el patrimonio, y con déficits culturales importantes, que pasan desapercibidos en la autosatisfacción creciente. Sé que estas palabras irritan a aquellos que prefieren soñar e imaginar que viven en una ciudad culta y maravillosa. A los no oyen el fragor de las obras, no detectan el aire contaminado, no se dan cuenta de que talan los árboles ni de que caen las casas y se construye y construye, a costa de destruir el paisaje de la costa y el interior. No saben que el sistema de recogida selectiva fracasa porque nadie pensó en el mantenimiento, que se aprueban más campos de golf, que no se invierte un euro más en educación. No quieren saberlo y su fe es tan poderosa que logran vivir dulcemente en su turístico autoengaño.
Eso sí, hace un sol deslumbrante, con esa luz que parece aprisionar alegremente toda aquella mediterránea creativa y esperanzada: en esta luz parece temblar Vallauris, o Antibes, o el jardín de la Fondation Maeght, o la Ibiza de los setenta o el Cadaqués de los sesenta, a pesar de la guardia civil. Y de eso vivimos.

domingo, marzo 09, 2008

Elecciones, educación, medio ambiente

Foto: Isaias Fanlo, Oreneta, 2006.
El resultado de las elecciones me ha producido un gran alivio, porque no ha ganado el PP. Tal vez el descalabro no sea suficiente para hacerles replantearse su política de crispación, extremismo insurgente y descalificación sin escrúpulos.
Tampoco es fácil esperar gran cosa de los que ganan. Hasta ahora no han corregido la política fiscal que impuso el PP, no han invertido en educación, han preferido apostar por el cemento en perjuicio del medio ambiente, no han tenido coraje para sacar adelante una ley justa de Memoria Histórica, ni han acompañado su ley contra el maltrato de género de los fondos necesarios.
En este país, a los partidos les cuesta hacer autocrítica, entender los mensajes del electorado o reflexionar y ser receptivo. He oído que Gaspar Llamazares ha dimitido, lo cual es una cierta forma de reconocer que algo ha fallado.
En mi colegio electoral había cuatro mesas electorales vacías (con unos 300 electores cada una) y una larguísima cola que rodeaba la manzana en una sola mesa, que concentra la mayor parte de electores (1.300). Es la tercera convocatoria electoral en que eso ocurre, pero ellos no se deciden a cambiarlo. Dentro, el ambiente era sofocante. La gente mayor se mareaba. Algunos se iban. "Nos lo ponen muy difícil para votar", decía una señora. Le hemos planteado al interventor del PSC si no podía hacer un informe para que en la próxima convocatoria, dividieran esa mesa en dos o tres y ha dicho que no, que eso no era una incidencia. Algunos han decidido sacar la papeleta del sobre y votar en blanco. G, que había madrugado para votar y que el viernes había ido a la Oficina del Censo a buscar un certificado porque en la tarjeta aparecía con mi DNI en vez del suyo, estaba fuera y no le dejaban entrar, así que he tenido que esperarle a que hiciera la cola de nuevo. G. me ha contado que algún amigo suyo votaba Escons Insubmissos, un gesto romántico interesante. A mí me gustan las listas abiertas. Ahora que los partidos incumplen sus programas y promesas, me gustaría que pudiéramos elegir a las personas.
Yo pensaba en la actitud del interventor del PSC (la de CIU, más lista, nos ha dicho que si hacíamos un informe, ella lo presentaría. "Si lo consigue, dentro de 4 años tal vez les votaremos", le ha dicho N con su ironía), tan acorde con la forma de hacer las cosas en estos tiempos. Ya sé que manda el dinero, pero también la estupidez.
No han parado de cambiar los planes de educación en este país, pero nadie se ha decidido, no sólo a invertir en educación, sino tampoco en corregir los fallos flagrantes. Por ejemplo: en Italia los exámenes son orales. En Francia, todos los niños tienen que hacer exposées orales desde pequeños, con mucha frecuencia. En España no se les entrena y la gente no sabe hablar. Un dentista francés o un cuidador de caballos argentino hablan mejor que muchos políticos, profesores y estudiantes universitarios en España. Eso mismo puede extrapolarse a otros ámbitos, donde sólo manda el dinero, pero con una ceguera preocupante.
El otro día, en Gràcia, en una asombrosa regresión, cambiaron la recogida selectiva de basuras por contenedores de los de antes. Habían adaptado un sistema de recogida selectiva belga, pero sin seguir las instrucciones de los que vinieron a explicárselo: no limpiaban el material cada seis meses ni cada año, y todo se ha venido abajo.
Una amiga alemana que trabaja para una empresa que vende microorganismos vivos para el uso personal, la limpieza doméstica e industrial (EM, EMX...), tuvo una entrevista con los de Clavegueram (Alcantarillado) para enfrentarse a los malos olores que invaden esta pobre ciudad. Aunque reconocieron que habían probado localmente esos microorganismos y estaban sorprendidos de lo limpia que quedaba el agua y de la ausencia de malos olores, no quisieron adquirirlos porque la concesionaria del alcantarillado vende productos químicos (responsables de los malos olores, pues matan los microorganismos buenos, capaces de devorar a los tóxicos) y perdería el negocio.
En Mallorca, para combatir un parásito de las palmeras, les aplican un producto hiperagresivo y las aíslan con plásticos, un sistema ya desechado en Europa, donde se utilizan fitosanitarios menos agresivos y no se las envuelve en plástico para evitar el sufrimiento de esos árboles, que puede debilitarlos y provocar su muerte.
Me dicen que la tala de encinas en Collserola ya ha empezado. El pulmón verde de la ciudad está amenazado. A pesar de que todos los expertos anuncian que este será uno de los países más afectados por el cambio climáticos. Ellos siguen fomentando productos químicos nocivos, cemento, basura no reciclable, etc.
Una noticia inquietante, que a la vez es la demostración clara de una política. Al conocerse la noticia del triunfo socialista, las constructoras subieron en Bolsa.

jueves, marzo 06, 2008

Debates

Ilustración: Mark Rothko, Acrílico sobre papel, 1968
Hubo un momento en uno de esos debates insuficientes y repetitivos, cerrados a los demás partidos y a periodistas críticos que, como en los demás lugares del mundo, interpelaran libremente a los candidatos, hubo un momento en que el horrible Rajoy tuvo razón. Pero no lo aprovechó, no le interesaba. Estaban hablando de medio ambiente y Rajoy le dijo a Zapatero: "Usted siempre hace lo contrario de lo que dice". Ahí yo pensé: "Pues tiene razón". Yo habría seguido: "Están talando 20.000 encinas centenarias en La Breña, Andalucía, para un proyecto de Medio Ambiente. Están planeando destruir Collserola. Ustedes dicen que les importa el medio ambiente y no han dejado de favorecer la política del cemento. Planean destruir los Monegros..." etc. Rajoy naturalmente no dijo nada de eso, porque ellos mienten mucho más y favorecen mucho más esa misma política, sólo que en medio ambiente ni siquiera dicen nada.
Es muy difícil votar. Incluso para mí, que detesto regalar mi voto a la derecha y que pienso que si ganara el PP mi salud empeoraría. Aún no sé si no votar, votar en blanco o votar a Iniciativa.
Este espléndido cuadro de Rothko es para compensar mi pesimismo político.