jueves, noviembre 17, 2011

Un artículo de Zizec en El País


Foto: I.N., FFCC, 2011
El violento silencio de un nuevo comienzo
Los indignados deben resistirse en esta etapa a traducir rápidamente la energía de las protestas en demandas "pragmáticas" y "concretas". Han de evitar debates en campo enemigo y desplegar, en cambio, su propio escenario.
Qué hacer después de la ocupación de Wall Street, de que las protestas que comenzaron lejos (Oriente Próximo, Grecia, España, Reino Unido) hayan llegado al centro y ahora, reforzadas, estén volviendo a extenderse por el mundo? Uno de los grandes peligros que afrontan los manifestantes es el de enamorarse de sí mismos, de lo bien que se lo están pasando en los sitios ocupados. En San Francisco, en una concentración de solidaridad con Wall Street, el 16 de octubre de 2011, se oyó una invitación a participar en la protesta como si fuera una concentración jipi de los años sesenta: "Nos preguntan cuál es nuestro programa. No tenemos programa. Estamos aquí para pasárnoslo bien".
Queda mucho camino por recorrer, y pronto habrá que abordar los interrogantes verdaderamente difíciles, no sobre lo que no queremos, sino sobre lo que queremos. ¿Qué organización social puede sustituir al capitalismo actual? ¿Qué tipo de dirigentes necesitamos? ¿Qué órganos, incluidos los de control y represión? Es evidente que las alternativas del siglo XX no han funcionado. Aunque la "organización horizontal" de las multitudes concentradas, con su solidaridad igualitaria y sus debates abiertos, resulta emocionante, no debemos olvidar lo que escribió Gilbert Keith Chesterton: "Tener la mente abierta, en sí, no es nada; el objeto de abrir la mente, como el de abrir la boca, es poder cerrarla con algo sólido dentro". Lo mismo ocurre con la política en épocas de incertidumbre: los debates abiertos tendrán que fundirse en nuevos significantes fundamentales, pero también en respuestas concretas a la vieja pregunta leninista: "¿Qué hacer?".
Organizar una feria es barato; lo verdaderamente importante es lo que queda al día siguiente, en qué cambia nuestra vida diaria. Los manifestantes deben enamorarse del trabajo duro y paciente. No son un final, sino un comienzo, y su mensaje fundamental es: se ha roto el tabú, no vivimos en el mejor mundo posible, y tenemos el derecho, e incluso el deber, de pensar alternativas. En una especie de triada hegeliana, la izquierda occidental ha vuelto a sus principios: después de abandonar el llamado "fundamentalismo de la lucha de clases" por la pluralidad de las luchas antirracistas, feministas, etcétera, el problema fundamental vuelve a ser el "capitalismo". La primera lección debe ser: no debemos culpar a personas ni actitudes. El problema no son la corrupción ni la codicia, es el sistema que nos empuja a ser corruptos. La solución no es "la calle frente a Wall Street", sino cambiar este sistema en el que la calle no puede funcionar sin Wall Street.Es fácil responder a los ataques conservadores directos. ¿Son antiamericanas las protestas? Cuando los fundamentalistas conservadores aseguran que Estados Unidos es una nación cristiana, conviene recordar lo que es el cristianismo: el Espíritu Santo, la comunidad libre e igualitaria de creyentes unidos por el amor. Los manifestantes son el Espíritu Santo, mientras que, en Wall Street, los paganos adoran a falsos ídolos. ¿Son violentos los manifestantes? Es cierto que su lenguaje puede parecer violento (ocupación y otros mensajes similares), pero lo son en el sentido en el que era violento Mahatma Gandhi. Son violentos porque no quieren que las cosas continúen como hasta ahora. ¿Pero qué violencia es esta comparada con la necesaria para sostener el buen funcionamiento del sistema capitalista mundial? Se les llama perdedores, pero ¿no están los verdaderos perdedores en Wall Street, y no les hemos rescatado con nuestro dinero, cientos de miles de millones? Se les llama socialistas, pero, en Estados Unidos, ya existe un socialismo para los ricos. Se les acusa de no respetar la propiedad privada, pero las especulaciones que desembocaron en la crisis de 2008 aniquilaron más propiedad privada, ganada con esfuerzo, que si los manifestantes se dedicaran a hacerlo noche y día; baste recordar los cientos de hipotecas ejecutadas.
No son comunistas, si por comunismo nos referimos al sistema que se vino merecidamente abajo en 1990; y recordemos que los comunistas que quedan hoy gobiernan el capitalismo más despiadado que existe (China). El éxito del capitalismo comunista de China es un mal presagio de que el matrimonio entre capitalismo y democracia está aproximándose a un divorcio. El único sentido en el que se les puede llamar comunistas es que les importan los bienes comunes -los bienes comunes de la naturaleza, del conocimiento-, que el sistema está poniendo en peligro. Les desprecian por ser soñadores, pero los auténticos soñadores son quienes piensan que las cosas pueden seguir indefinidamente como están, con meros cambios superficiales. No son soñadores, son el despertar de un sueño que está convirtiéndose en una pesadilla. No destruyen nada, reaccionan ante la autodestrucción gradual del propio sistema. Todos conocemos la típica escena de dibujos animados: el gato llega al borde del precipicio, pero sigue andando, sin saber que ya no tiene suelo bajo los pies, y no se cae hasta que no mira hacia abajo y ve el abismo. Lo que están haciendo los manifestantes es recordar a quienes tienen el poder que deben mirar hacia abajo.
Esa es la parte fácil. Los miembros del movimiento deben cuidarse de los enemigos y, sobre todo, de los falsos amigos que fingen apoyarles pero ya están haciendo todo lo posible para diluir la protesta. Igual que nos dan café descafeinado, cerveza sin alcohol, helado sin grasa, el poder intentará convertir las protestas en un gesto moralista e inocuo. En el boxeo, "abrazarse" es agarrar el cuerpo del rival con los brazos para impedir o dificultar los golpes. La reacción de Bill Clinton a las protestas de Wall Street es un ejemplo perfecto de abrazo político; Clinton cree que las protestas son "en conjunto... algo positivo", pero le preocupa que la causa sea tan difusa: "Deben defender algo concreto, no solo mostrarse en contra, porque, si se limitan a estar en contra, otros llenarán el vacío que han creado", dijo. Clinton sugirió que los miembros del movimiento apoyen el plan de empleo del presidente Obama, que, según él, creará "dos millones de puestos de trabajo en el próximo año y medio".
A lo que hay que resistirse en esta etapa es precisamente a ese deseo de traducir rápidamente la energía de la protesta en una serie de demandas "pragmáticas" y "concretas". Es verdad que las protestas han creado un vacío: un vacío en el terreno de la ideología hegemónica, y hace falta tiempo para llenarlo como es debido, porque es un vacío cargado de contenido, una apertura para lo Nuevo. Los manifestantes salieron a la calle porque estaban hartos de un mundo en el que reciclar las latas, dar un par de dólares a obras benéficas o comprar un capuchino en Starbucks porque el 1% va al Tercer Mundo basta para sentirse a gusto. Después de externalizar el trabajo y la tortura, después de que las agencias matrimoniales hayan empezado a externalizar incluso las relaciones, vieron que llevaban mucho tiempo dejando externalizar sus compromisos políticos, y quieren recuperarlos.
El arte de la política también es insistir en una demanda concreta que, aunque sea totalmente "realista", trastorna la ideología hegemónica, es decir, que, pese a ser factible y legítima, en la práctica es imposible (por ejemplo, la sanidad universal en Estados Unidos). Después de las protestas de Wall Street, debemos movilizar a la gente por esas demandas, pero es muy importante permanecer alejados del terreno pragmático de las negociaciones y las propuestas "realistas". No debemos olvidar que cualquier debate que se haga aquí y ahora seguirá siendo necesariamente un debate en el campo enemigo, y hará falta tiempo para desplegar el nuevo contenido. Todo lo que digamos ahora nos lo podrán quitar (recuperar); todo menos nuestro silencio. Este silencio, este rechazo al diálogo, a los abrazos, es nuestro "terrorismo", tan amenazador y siniestro como debe ser.

Slavoj Zizek es filósofo esloveno. Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia

El azufaifo, pisoteado y maltratado

Texto del escrito de Isabel Lacruz Bassols al alcalde Trias



Foto: I.N. El azufaifo, cuando aún estaba indemne, a punto de ser sacrificado por el ayuntamiento, 2011
MH Sr. Xavier i Trias Vidal de Llobatera
Alcalde de Barcelona
Isabel LACRUZ BASSOLS
EXPONE:

Esta mañana,  17.11.11, he llamado a la Guardia Urbana para denunciar del trato que está recibiendo el azufaifo bicentenario de la calle Arimón 7 debido a una Obra municipal que está contraviniendo las propias ordenanzas del Ayuntamiento: una obra atroz, desproporcionada a la anchura de la calle,  letal para el azufaifo,  y especulativa ( unas oficinas municipales innecesarias en este solar del mejor ejemplar de azufaifo de Barcelona),  que se está llevando a cabo pegada el árbol, catalogado de interés local (BICL) en 2007 gracias a la lucha vecinal por su preservación.
También he denunciado la invasión y corte - que han resultado carecer de autorización- de la calle Berlinés esquina Arimón, por un camión cimentadora que impide el paso de los vecinos, invade la acera, y supone un ruido de motor ensordecedor todo el día, que impide vivir y trabajar en casa.
Se ha personado la Guardia Urbana ( patrulla nº de identificación Q 403, agentes nº 21928 y nº24849) y, en presencia de los amigos defensores del azufaifo, vecinos del barrio y abogados Inma Suárez Barral y Borja de Querol, así como de mí misma,  ha levantado 2 actas:
- Acta nº LA24849, relativa al bloqueo de la calle Berlinès y contaminación acústica: la obra carece de permiso para cortar la calle, como estaba haciendo, y bloquear el paso con una camión-cimentadora que invade la acera y cuyo ruido de motor es ensordecer y permanente. Además deberían estar expuestos a la ciudadanía todos los documentos relativos a los permisos pertinentes, y no lo están.
He oído también que hablaban de un aspecto de un seguro, del que la obra, al parecer, carece.
Los agentes han entrado en un local o bajos sito en el nº 12 de Arimón, que ha sido hasta hace poco una una tienda, y que ahora exhibe un cartel de “Se Alquila”: resulta que este local está siendo utilizado por los de la obra como oficina-cuartel general para su actividad infractora. La Urbana ha estado ahí dentro 40 minutos con dos individuos con casco de obra que previamente, interpelados por mí, habían negado tener nada que ver con la obra; sin embargo, cuando han comparecido los agentes municipales, ¡¡ han resultado ser el responsable y encargado de la misma !!
- Acta nº LA16328, relativa a la inspección ocular efectuada por la propia Guardia Urbana del tronco, ramas y entorno del azufaifo, y por la que se han constatado diversas infracciones. Según los agentes, en efecto, se detecta la presencia de productos químicos (cemento, pintura, colas, plásticos etc.) y sacos adosados al tronco; la construcción (andamios, etc.) está tocando las ramas del azufaifo.
El árbol carece además de la protección de madera de 1,20-1,80 metros de altura como mínimo, exigible según el punto 7 del decálogo de la Normativa municipal general de protección del arbolado durante la realización de obras. No digamos ya cuando afecta, como es el caso, a un ejemplar que debería estar especialmente protegido, como es el azufaifo de la calle Arimón.
La constatación de la Urbana de que HOY la obra está tocando las ramas se produce a pesar de que EN LOS ÚLTIMOS TRES O CUATRO DÍAS han sido salvajemente cortados muchos de los extremos de ramas del árbol por los propios albañiles, porque molestaban. La vecina y escritora Isabel  Núñez y yo estuvimos sacando unas fotos, al atardecer, hace 4 días, en las que se ven ramas grandes del azufaifo machacadas,  por el suelo,  y algunas aprisionadas entre los hierros de la obra.  
Ya sabemos que el árbol no sobrevivirá a la agresión que ha supuesto excavarle el subsuelo (la casa de los años 40 que había antes no tenía subsuelo) y realizar bajo tierra un encofrado de cemento por el único lado por el que aún podían ser viables sus raíces. Nos hemos reservado y seguimos reservando todos los derechos ejercibles frente a laresponsabilitat o conducta tipificada per l’article 323 del codi penal, que qualifica com a delicte el produir danys en bens d’interès cultural i una pena de presó d’un a tres anys, a banda de la responsabilitat civil adient per danys i perjudicis.  I la responsabilitat patrimonial de l’article 145 de la  llei de règim jurídic de les administracions públiques  i del procediment administratiu comú 30/1992 de 26 de novembre extensives als funcionaris actuants”.
Pero el incumplimiento reiterado de la propia normativa municipal sobre “Protección de elementos vegetales durante la realización de Obras”, concretamente de la ordenanza sobre Obras e Instalaciones en el dominio Público Municipal (artículo 63, de la Protección del Arbolado) es un insulto a la inteligencia y a la buena fe de los vecinos y ciudadanos, que no podemos aceptar.  
Por todo lo cual,
RUEGO, AL M.H. SR. ALCALDE DE DE BARCELONA:
A) QUE disponga y ordene con carácter urgente lo necesario para hacer cumplir la normativa municipal en la materia a fin de que cese el daño irreversible que se está causando a día de hoy al azufaifo de la calle Arimón, 7 (BICL);
B) QUE acceda asimismo contestar a los escritos (instancias) presentadas por la abajo firmante y otros en fechas 30.06.2011 y 7.07.2011 sobre el particular.
Barcelona, jueves 17 de noviembre de 2011
   
Atentamente, Isabel LACRUZ BASSOLS