Foto: I.N. Diagonal, 2010
Por razones muy distintas que las mías (a él le preocupa el tráfico privado y a mí los árboles), el articulista se carga la falsa argumentación del ayuntamiento para reformar la Diagonal.
Dejemos la Diagonal en paz
JOAN B. CULLA I CLARÀ 26/03/2010
El profesor Franz de Copenhague, el entrañable creador de "los prácticos inventos del TBO", debería ser nombrado ciudadano honorario de Barcelona, merece incluso un monumento en el centro de la plaza de Catalunya. Se rendiría así justo tributo a quien es, según todos los indicios, el inspirador intelectual de algunas de las mayores iniciativas del gobierno municipal barcelonés a lo largo de los últimos lustros: el Fórum Universal de las Culturas, los Juegos Olímpicos de Invierno en 2022... y ahora, la reforma de la avenida Diagonal.
Como sin duda recordarán los lectores menos jóvenes, las invenciones de Franz de Copenhague se caracterizaban por ser artefactos estrafalarios, de mecánica complicadísima, destinados a alcanzar una finalidad absurda o banal; por ejemplo, a evitar la caída de un cabello en la sopa. Es exactamente la misma filosofía que inspira la decisión de poner patas arriba la Diagonal y, de paso, todo el tráfico rodado por el Eixample..., para convertir la avenida de nombre geométrico en una presunta rambla o un supuesto bulevar.
De entrada, el proyecto no responde a ninguna demanda social o vecinal significativa. En una ciudad donde florecen con tanta facilidad las pancartas reivindicativas en los balcones, no se ha visto ninguna en la Diagonal que diga: "Volem un bulevar!". Tampoco parecen reclamar reforma alguna los comerciantes de la avenida: basta ver a cuánto se paga el metro cuadrado de alquiler en los locales de la zona para deducir que, en su actual estado, la Diagonal no es un mal espacio para el shopping ni para las tiendas de lujo. La idea, pues, no nace de la calle, sino en los despachos. En los despachos de algunos "expertos" y ciertos políticos, unos y otros con mentalidad de déspotas ilustrados: esa mentalidad según la cual la mejor manera de potenciar el transporte público es dificultar al máximo el transporte privado; aquellos expertos capaces de afirmar, impávidos, que "para el peatón, cruzar seis carriles es una aberración". Supongo que, por ende, cruzar los Campos Elíseos de París (ocho carriles) ya debe de ser un crimen, y atravesar la avenida del 9 de Julio de Buenos Aires (18 carriles) un genocidio...
Como es propio de todos los arbitristas y redentores, quienes propugnan desfigurar la Diagonal dicen hacerlo por nuestro bien, para ofrecer a los peatones anchísimas aceras y un nuevo "espacio público digno", no una simple vía de paso. Es muy de agradecer; pero, antes de embarcarse en tan colosal y costosa movida, ¿no sería más fácil prohibir de verdad a ciclistas y patinadores el paseo central de la Rambla de Catalunya, permitiendo a los viandantes gozar con seguridad de aquel agradable ámbito? ¿Y no resulta a todas luces prioritario dignificar, recuperar La Rambla para uso y disfrute de barceloneses y visitantes, liberándola de trileros, pedigüeños, prostitutas y carteristas? Sí, comprendo que rehacer por completo la Diagonal tiene más glamour y permite exhibir diseño, pero ¿por qué no organizar también una consulta sobre qué clase de Rambla queremos? La participación podría ser elevada, porque siempre motivan más los problemas reales que los inventados.
Como ha informado estos últimos días la prensa, la Diagonal remodelada según uno u otro de los dos proyectos municipales expulsará a tres de cada cinco vehículos de los que circulan hoy por la avenida; es lo lógico, si los carriles se reducen de cinco a dos por sentido. Pero, de creer a los técnicos de la Casa Gran, esos 23.000 coches diarios excedentes, o sus ocupantes, se diluirán por otras rutas o medios, sin crear el menor problema. Entre las claves de este prodigio de la movilidad urbana se cita la entrada en servicio de la línea 9 del metro. Pues bien, dado que dicha línea no funcionará por completo antes de 2018, permítanme una modesta sugerencia: esperemos a 2018, veamos en qué modifica la L9 el uso del coche privado, del bus, etcétera, y reabramos entonces el debate. Y entretanto, dejemos la Diagonal en paz.
6 comentarios:
Aquí han hecho lo mismo, hacer peatonal la avenida (cortando de paso muchos árboles) y ahora todos los coches pasan por las dos calles de al lado, que son estrechas, y se han vuelto totalmente irrespirables. Hicieron un análisis de la calidad del aire... pero en el mes de agosto cuando aquí no queda casi nadie. Si ellos vivieran en esas dos calles destruidas para mayor gloria de sus inventos pues seguro que lo verían de otra forma.
El problema principal es que la gente les sigue votando, hasta que se cansen y pasen a votar a uno que yo me se pero que prefiero no nombrar.
Sí, qué cafres son y cómo mienten y degradan todo. No sé cómo lograremos librarnos de ellos, pararles, impedir que sigan... Me da mucha rabia. Ojalá al menos no logren llevar a cabo esa espantosa y estúpida "reforma" de la Diagonal, esa tala masiva... Para mí además es simbólico: la calle de mi infancia.
Ya sé que no soy políticamente correcta, por suerte para mi naturaleza, pero vamos a dejarnos de sutilezas y hablemos claro de una vez; a los inútiles blandengues e incompetentes para todo, incluso para saber llevar una camisa de seda o algodón ( y mira que me esfuerzo por no reducirlo toddo a una palabra) les importa "una bleda" (acelga) todo, y sobretodo la humanidad entera. Estúpidos sobervios oficinistas de tres cuartos y gracias, que Maragall metió a los "ciutadàns catalàns" como nieto de un poeta. Así parece que los catalanes sienten asegurada su "imagen cultural".
Y con esta premisa permisiva o estupidez mental, (decir intelectual sería mucho) los ciudadanos catalanes creen asegurada su intelectualidad cultura y "diferencia" con el "resto" de España, o incluso el mundoo entero!
No los excusemos más, quieren "pasta", pasta, y pasta, nada más, y reírse del "pueblo" y viajar y salir en la tele y en los diarios que yqa no se venden.
Echaron a J..A. Samaranch como representante del fascismo catalán, pistola en manno, con pintadas y grupos en las calles con el grito "Samaranch fot el camp", años después le pusieron alfombras rojas y le dieron la llave de oro de la ciudad para que trajera sus medallas de oro olímpicas y así todos ricos y famosos, saltando de alegría con el nieto del poeta Maragall....
De Maragall, que se escondió en Roma dejando a Barcelona y ciudadania con una deuda olímpica delegando su "poder" al anestesista Clos como alcalde, y éste a un Hereu, hemos pasado a la "subgobernante" Catalunya ciudad, con un Montilla, como mantilla de protección para toda Catalunya, de la mano también de Maragall. ¿Quién les votó? ¿Hay alguien que mire los votos?
No nos autoengañemos más, por favor, o esto ya no tiene solución.
Catalunya está dejada de la mano de dios, por decirlo finamente, hace tiempo perdió su dignidad, se hipotecó a la "caixa faixa"y parece que todos estén esperando que muera el gran dictador olímpico J.a. Samaranch, como el "papa de Catalunya", porque ése es realmente el que manda, caixa o faix
¿Ahora qué esperamos?
Oficinistas de tres al cuarto que necesitan presupuestos para pasar factura a su propio gobierno, talando árboles, ampliando aceras, y estupideces mil... mientras las nuevas generaciones se ahogan en viviendas paternales sin recursos reales.
Hay un bloqueo general porque el pueblo se vendió a su propio enemgo y su propia dignidad.
Hay un fascismo encubierto que no tiene salida, y si el ciudadano es el responsable, es el ciudadano que lo tiene que solucionar. ¿Cómo? Decir claro, en castellano o catalán, que no queremos más a lo "gobernantes" que nos dejaron las Olimpiadas y Maragall.
Así de claro. El resto es hablar por hablar. Cuando un pueblo se rebela, eso se hace ley, si calla, es que está conforme "con lo que hay". ¿A quién ponemos?
Mal por mal, a ningú gobierno. Vamos a repartirnos "los dineros" entre nosotros, y volvamos a "echar" a Samaranch Maragall y a todos sus "hereus".
¿Nos atrevemos?
Perdona, Eva, pero ¿quién se engaña? No yo, no aquí. Yo he usado mi espacio y el de otros para denunciar muchas cosas, desde el fascismo de Samaranch hasta lo que hacen nuestros políticos actuales.
En cuanto a la "incorrección política" esa terminología, lo recordaba Derrida, es un invento de la derecha americana para desprestigiar a los movimisntos progresistas, al feminismo, al movimiento gay, a los antiracistas. Por eso prefiero no reivinidicar ninguna incorrección política. En El País consideran incorrecta políticamente a una escritora dedicada a desprestigiar y ridiculizar el feminismo, las protestas contra el maltrato, etc. Eso significa...
En cuanto al sistema, el día en que la gente de verdad decida reaccionar y denuncie lo que está pasando, veremos, De momengto sólo se puede apostar por lo pequeño y avanzar en pequeños reductos. Hasta que un día esa multitud que definían Toni Neri y Michael Hardt...
Salud, Isabel, precisamente, porque eres de las pocas personas sinceras y valientes en comentar y criticar me atrevo también a opinar en tu página, (y perdón por las faltas de anoche con manos demasiado rápidas y cansadas). Ahora leía a Ciorán y con tu permiso transcribo estas palabras bien acertadas:
""¿Y el pueblo?", se preguntarán. El pensador o el historiador que emplea esta palabra sin ironía se desacredita. El "pueblo" se sabe ya a qué está destinado: a sufrir los acontecimientos y las fantasías de los gobernantes, prestándose a designios que lo invalidan y lo abruman. Cualquier experiencia política por "avanzada" que sea, se desarrolla a sus expensas, se dirige contra él: el pueblo lleva los estigmas de la esclavitud por decreto divino o diabólico. (...)
Si el pueblo dejara de ser endeble o víctima, si flaqueara ante su destino, la sociedad se desvanecería, y con ella la Historia. No seamos demasiado optimistas: nada en el pueblo permite considerar una eventualidad tan hermosa. Tal como es, representa una invitación al despotismo."
(E.M. Ciorán; Historia y Utopía)
Gracias, Eva, por lo que dices de mí y por la cita de Cioran. Pero que nadie se engañe, hay grados de esclavitud y victimismo, en el país vecino un gobernante que no cumple baja en picado y cae electoralmente. Aquí tiene que haber bombas y muertos y mentiras sobre esos muertos para eso. Aquí la sumisión es mucho más absoluta. No es casual, 40 años de dictadura de terror cortaron todo valor, y el pacto de silencuo acabó por traer ese sopor que sólo contmepla la comida. Más aún, ya era un país vencido, con la expulsión de los judíos se había expulsado el afecto por la cultura, como explicaba luminosamente Álvaro de la Rica en su blog Hobby horse. Y sin educación, no hay democracia que pueda fucionar, ni aún precariamente
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