Foto: I.N., Plàtans de Perpinyà, 2009
Sería una lástima que el nuevo partido verde, Equo, ya naciera lastrado por una alianza con un partido como Iniciativa, que en los últimos años se ha caracterizado por su trayectoria pro-cemento y antiverde en Catalunya.
Sería una lástima que el señor López Uralde y su equipo no se informaran de todos esos gestos políticos que han convertido a los antiguos comunistas, a los herederos de una tradición progresista, en todo lo contrario. Que no supieran de ese apoyo activo a la política del cemento (a veces enfrentándose toda la oposición, como en la tala de 300 encinas centenarias de Collserola para hacer una montaña rusa). Han apoyado en silencio el túnel de Bracons, al que tanto se oponían en su campaña, han impulsado las talas multiplicadas de árboles en Barcelona para ampliar la línea 9, preservando los parkings, que son la principal prioridad de estos políticos (plaza Joaquim Folguera y Sanllehy, calle de Sants, Mitre, etc), la reforma de los mercados para hacer más parkings y desnaturalizar esos mercados tradicionales instalando supermercados, la proyectada reforma (destrucción) de la Diagonal (que implicaba la tala de más de mil árboles, plátanos, acacias y palmeras) y que la consulta electrónica impidió momentáneamente, el frenesí inmobiliario que a pesar de la crisis sigue permitiendo destruir la fisonomía histórica de la ciudad para construir más pisos, aun sabiendo que Barcelona tiene 44.000 pisos vacíos, la construcción desmedida en la costa, la destrucción de parajes naturales para instalar kartings, y un largo etcétera que podríamos resumir como política del cemento y del parking, en pleno cambio climático y sabiendo que Barcelona ya está muy por debajo del índice de verde por habitante que recomienda la OMS para la salud de los ciudadanos.
Si en este país no existen las carreteras con árboles que nos deleitan en Francia, si los árboles se plantan sin profundidad, si se podan mal y a destiempo para ahorrarse dinero, si nos quitan la sombra con la poda vertical, si las ciudades se convierten en tapaderas de aparcamientos, si se promueven los grandes centros comerciales con grandes aparcamientos en detrimento del pequeño comercio, los peatones y el transporte público, si cualquier pretexto es bueno para talar (talan para poner bicing, talan para ampliar el metro, para preservar parkings, para dejar las máquinas de una obra), si no se promueve el tren (¿por qué en Francia podemos ir casi a todas partes en tren, mientras que aquí para todo se necesita el coche?), si se construyen carreteras innecesarias, pisos que nadie llenará, si se sigue invirtiendo en el mismo cemento que nos ha llevado a la crisis... todo eso es también responsabilidad de Iniciativa, que ha apoyado esas políticas.
Sería una lástima que el nuevo partido verde naciera ya lastrado por unos compañeros de viaje que se han distinguido por su uso perverso del lenguaje, por la apropiación de un vocabulario y un discurso contrarios a sus actos. Sería una lástima que el nuevo partido verde no se orientara mejor hacia sus colegas europeos, no cruzara la frontera para ver cómo se preservan los árboles en Francia, Inglaterra y Alemania.
Y estamos hablando sólo de temas verdes, pero también podríamos hablar de la política educativa que Iniciativa ha apoyado en Catalunya y que sólo recoge el legado y espíritu derechista de CIU.