lunes, julio 26, 2010

El ayuntamiento tala y destruye con urgencia todo lo que puede

Foto: I.N., Árbol en el camino, cerca de Reillanne, Francia, 2010
Parece que el ayuntamiento de Hereu quiere aprovechar lo que tal vez sean sus últimos días para dejar la desdichada y sumisa Barcelona convertida en un parking gigantesco y sin árboles. Es la fiesta del cemento. Están talando por todas partes: me han escrito de Gal·la Placídia, de Mitre (donde lo he comprobado hoy), la calle de Sants, la plaça Salvador Allende (donde dijeron que iban a talar "algunos" árboles para hacer otro parking y los han cortado todos, han arrasado sin más, incluso los de las aceras, para dejar las máquinas más cómodamente), la calle Suïssa, ha ocurrido en la plaça Narcisa Freixas (allí cortaron hermosos pinos centenarios para dejar las máquinas con las que trabajarían en la arrasada plaça contigua), la plaça Joaquim Folguera (nuestro bosquecillo de almeces destruido para preservar el parking, la plaça Wagner (arrasada sin más), la plaça de la Catedral (donde cortaron árboles centenarios para poner una fuente y que ardiera al sol), y no es sólo Barcelona, también en Sant Cugat, en una calle donde prometieron no talar y luego llegaron a las 6 de la mañana y se cargaron todos todos los árboles y sé que algunos vecinos se asfixian de calor. O en Figueres, donde una funcionaria me avisó que estaban cortando los plátanos. Si algún vecino se queja, le aseguran que sólo talarán los árboles "enfermos" y seguidamente los talan todos, árboles a veces centenarios, árboles que nos daban sombra y oxígeno, árboles que mitigaban los 50 o 60 grados de temperatura a la que llega el asfalto, que ahora se calienta sin límites ni sombra e irradia un calor malsano, al mismo tiempo que la contaminación se agrava.
Alguien decía el otro día que parece que nuestro temible alcalde quiera aprovechar el tiempo que le quede, al estilo de aquel PP que promulgó y aprobó más leyes en sus últimos días que en toda una legislatura, estos políticos municipales se apresuran a cobrar todas las comisiones, a derruir todo lo posible. Siguen derribando caserones y edificios y anuncian construcción de pisos -¿para quién? ¿quién va a comprar esos pisos?-, sólo la explicación de Saviano de que la mafia napolitana y la mafia rusa se han repartido el terreno de la construcción en España encaja aquí. Tienen que cobrar y financiar sus partidos, su siguiente campaña electoral o llenarse los bolsillos, al estilo que ya nos han mostrado con el caso Palau. Mientras la comisión de ese caso trabaja perezosamente y con espíritu difuso, como comentaba ayer un periodista, el ayuntamiento no pierde un minuto en su destrucción del patrimonio arquitectónico y del patrimonio verde.
Parece que a esos políticos nuestros no les importa nada, ni la contaminación, ni el aire ni la destrucción de todo. Me pregunto si todos habrán pensado irse a vivir otro sitio o si son, como sospecho, mutantes del cemento. Pero hay que empezar a reaccionar. Por favor, allí donde estén, allí donde vean que se inicia una tala o el derribo de edificios históricos, escriban a los periódicos, llamen al programa de Josep Cuní en tv3, recurran a la prensa, ya que no tenemos instituciones, ninguna institución que nos proteja. Prueben si quieren el Síndic de Greuges o la Síndica de Barcelona: en mi experiencia son comparsas. Hace un tiempo conocí al que había sido defensor del pueblo de Londres y me estuvo contando lo que había hecho y el poder que tenía y la obligación de que fuese independiente y comprendí que aquí, una vez más, en otro aspecto más, nos toman el pelo.
Y por favor, crucen la frontera, vayan más al norte, como decía Espriu, y verán que allí los plátanos aquí tan detestados crecen inmensos y libres, que las carreteras están en sombra, que hay plazas de tierra con árboles inmensos, que no se destruye lo histórico para construir basura, ni nadie es tan salvaje como para tirar su basura y vaciar sus ceniceros en el suelo. Yo sólo sueño con irme y vivir en un mundo civilizado porque me agota contemplar la destrucción de mi país sin que apenas nadie haga nada por evitarlo.

sábado, julio 10, 2010

Carta en La Vanguardia

Foto: I.N., Gràcia, 2010
Tala de árboles ISABEL NÚÑEZ Barcelona 09/07/2010
Prácticamente todos los días leo alguna carta de protesta en varios diarios sobre talas arbitrarias de árboles centenarios. En La Vanguardia, Carolina de León, en su escrito "Una calle sin sombra" (6/ VII/ 2010), hablaba de la calle Sants y le respondía la jefa de comunicación del área de Medio Ambiente diciendo que los árboles están enfermos y que se plantarían otros. El Ayuntamiento no dedica los recursos necesarios para el mantenimiento de los plátanos y otros árboles longevos y resistentes, que exigen poda regular y que caracterizan históricamente la fisonomía de la ciudad. Pero también talan moreras, acacias y muchas otras especies. La respuesta siempre es la misma: que están enfermos y que replantarán otros en su lugar, pero, por desgracia, los sustituyen con escuchimizadas ramitas que enferman antes de prosperar y que necesitarían setenta u ochenta años para llegar al tamaño de los que eliminan. Los ciudadanos necesitamos y tenemos derecho a sombra, frondosidad y al oxígeno que esos viejos árboles nos proporcionan, y Barcelona está muy por debajo de los mínimos de verde por habitante que la OMS recomienda para la salud de los ciudadanos. Aunque muchos lo ignoran y el Ayuntamiento aprovecha para seguir talando. Si seguimos así, en Barcelona no se podrá respirar.

lunes, julio 05, 2010

Extraña política

Foto: I.N., La plaça Joaquim Folguera antes de su destrucción para preservar un parking, 2009
La hermana de un poeta que había vivido en este barrio y que sintió mucho la destrucción de la plaça Joaquim Folguera, la matanza de los almeces (magníficos lledoners que plantó un perfumista hacía ochenta años) y la retirada de las "farolas Magritte" de aquella plaza que antes fue frescura y humanismo y ahora es cemento maloliente forever and ever, me manda el fragmento de un artículo de Andrés Naya publicado en la revista Carrer de la FAV, donde ya en 2009 se supo de la extraña política municipal de no retirar de la actividad a los políticos corruptos, sino simplemente trasladarlos de barrio. Una de esas joyas vino a parar al malogrado distrito de Sarrià-Sant Gervasi y tal vez, sugiere mi correponsal, tuvo que ver con la destrucción de los almeces y las farolas históricas (para sustituirlas por esas farolas de autopista que están afeando nuestras calles, agravando la contaminación lumínica pero llenando los bolsillos de empresas como ProEixample), y seguramente con todo lo que vendrá Es curioso que piensen que la responsabilidad de otorgar licencias de construcción debe recaer en alguien jugado y condenado por corrupción... Si esto es la izquierda...Copio aquí el fragmento: Dimarts 15 de desembre no es comentava una altra cosa a Nou Barris: els Mossos d’Esquadra havien detingut Heliodoro Lozano, director de llicències i espai públic de Nou Barris, càrrec de confiança política que ostentava des del mes de juliol. Amb un sou d’uns 63.000 euros. La sorpresa era general, inclosa la regidora del districte, Carmen de Andrés.
Lozano va arribar a Nou Barris procedent dels serveis de redacció de projectes de l’Àrea d’Urbanisme que dirigeix Ramon García Bragado. El seu trasllat a Nou Barris va ser una decisió del tinent d’alcalde d’Urbanisme i president del Consell de Nou Barris. Anteriorment havia estat destituït al districte de Ciutat Vella per la denúncia realitzada per un despatx d’advocats que informava l’Ajuntament que Lozano, des de la seva responsabilitat de cap del serveis tècnics de Ciutat Vella, adjudicava llicències de pisos turístics en temps rècord i sense complir els requisits legals. Lozano portava poc temps a Nou Barris, però ja havia destacat en alguna reunió veïnal per les seves formes perdonavides. “Aquí no venim a parlar de política!” se li va sentir.
Lozano treballava en xarxa amb el funcionari Joaquim Quílez (també imputat en un cas de llicències de prostíbuls) i entre tots dos havien facilitat les 800 llicències de pisos turístics que l’Ajuntament va atorgar l’any 2006 abans de la seva suspensió. Tot un negoci immobiliari. Un pis de classe alta pot suposar per al propietari uns ingressos de 6.000 euros mensuals. Completava el triangle corrupte una altra funcionària imputada, Elena Ariza, ex-mà dreta de Lozano a Ciutat Vella. Curiosament, també va ser traslladada el mes de juliol com a directora d’espai públic i llicències de Sarrià-Sant Gervasi.
Com és sabut, dos dels tres imputats estan a la presó acusats de suborns i amenaces. Sembla correcte que l’Ajuntament traslladés la denúncia al jutjat d’instrucció. Sembla just que, avui, els imputats estiguin suspesos de feina i sou. No s’entén que davant d’una denúncia tan seriosa se’ls traslladés a altres districtes, a uns llocs de treball amb idèntiques responsabilitats. Estan acusats d’atorgar llicències a canvi de favors, i se’ls va nomenar precisament per atorgar llicències a Nou Barris i Sarrià-Sant Gervasi. Incomprensible.

domingo, julio 04, 2010

Decepciones políticas

Foto: I.N., Calles de Barcelona, 2010
Mi ex suegro, vasco y librepensador, vehemente defensor de sus causas, me pregunta si no he escrito en estos días nada sobre el Estatut. Ayer G. me decía que tal vez fuese a la manifestación de protesta, yo le habría respondido lo que me dijo ayer una amiga: "Montilla encabeza la manifestación. Yo no quiero ir a una manifestación con el señor que cobra el mayor sueldo de todos los políticos del país y no ha pensado en rebajárselo con la crisis." (164.043,54€/año). No es nada personal, naturalmente. Sólo es un ejemplo de cómo son quienes nos gobiernan.
Durante toda mi vida consciente y activa, desde la adolescencia y en la clandestintidad del franquismo, yo defendí el Estatut y la lengua y el derecho a la autonomía. No contaba yo entonces ni hasta hace poco con la gran corrupción y la gran tomadura de pelo que ha significado para nosotros el Estado de las autonomías (como tantas otras cosas). No contaba yo con que el gasto de nuestro dinero se triplicaría mientras esos políticos "nuestros" catalanes y autónomos procedían a retirar el dinero de la enseñanza pública -hasta conseguir que Catalunya esté a la cola no sólo de Europa sino de España en inversión por estudiante y en nivel de formación-, que procedieran a destruir el paisaje y a agravar año tras año el problema medioambiental, a abandonar los servicios públicos, a fomentar sólo el uso del transporte privado, a cargarse el Estado del bienestar, y a dilapidar nuestros impuestos en llenarse sus bolsillos, no sólo Millet, sino todos los que de él cobraban, a convertir nuestra ciudad en un paraíso del cemento, con sus mafias, en una mera tapadera de aparcamientos, sin árboles, derribando el patrimonio a su gusto y destruyendo la fisonomía histórica, a destruir toda la costa y permitir los negocios más corruptos. Y que no pondrían coto a la villanía de las compañías, que se reparten el botín de sus beneficios mientras nos ofrecen un servicio malo tres veces más caro de lo que paga el resto de europeos. Si esto era la izquierda... Ahora ya no creo en el Estado de las autonomías, que sólo ha servido para robarnos más y mejor. Es decir, creería en esa forma de Estado en un país menos sumiso y menos corrupto, donde no fuera todo una tomadura de pelo.
Dicho esto, si el PSOE permitió que todas las instituciones del poder judicial fueran tomadas -gracias a la iniciativa incansable del PP- por individuos de extrema derecha con una idea de la justicia tan lejana a su significado, si permitieron eso que todos íbamos viendo con su dejadez, su torpeza o quién sabe si interesadamente, ahora sólo vemos sus detestables consecuencias, como que cuando alguien intenta desenterrar las atrocidades del franquismo y desafiar con razón la impunidad y la gloria de asesinos y torturadores que han seguido no sólo en sus puestos sino cobrando pensiones y con propiedades producto del abuso y del latrocinio esos llamados jueces de extrema derecha, tan justos como los que defienden las mutilaciones como castigo en Irán, le aparten de su cargo y le sometan a juicio, ante los ojos atónitos de la opinión internacional. La sentencia del Estatuto se veía venir y naturalmente es una tropelía. Otra cosa es que yo, como tantos otros, haya abandonado toda esperanza en los que lo defienden desde el poder.