jueves, enero 28, 2010

Transgénicos

Foto: David Cirici, Serrat, c. 1990
Me mandan este artículo de un blog ántitransgénicos y lo copio aquí:
EL ESTADO ESPAÑOL ABRE SUS PUERTAS A MULTINACIONALES DEL SECTOR Cien campos secretos de prueba de transgénicos con la connivencia del PSOE Desde 2008 no se publican las actas de la Comisión Nacional de Bioseguridad informando en qué campos del Estado se cultivan Organismos Genéticamente Modificados. Empresas como Pioneer, Bayer o Monsanto tienen las puertas abiertas para experimentar.
IZASKUN SÁNCHEZ AROCA Lunes 25 de enero de 2010. Número 118 Elaboración DIAGONAL / Fuente: Ministerio de Medio Ambiente y Medios Rural y Marino “Tenemos constancia de que se llevan años haciendo experimentos con semillas transgénicas al aire libre sin que los Concelhos, en el caso de Galicia, los ayuntamientos o las organizaciones sociales tengan conocimiento de ello. Desde el Ministerio y la Xunta nos han ocultado información”. Así lo declaraba para DIAGONAL Charo Sánchez, agricultora y secretaria de medio ambiente del Sindicato Labrego Galego (SLG) tras descubrir informes de campos de ensayo de maíz al aire libre realizados en 2008 en los concelhos de Arteixo o Santa Uxía. “Algo que desde la Administración nos habían negado. Ha sido como un jarro de agua fría”. La información sobre los cultivos experimentales con organismos genéticamente modificados (OGM) sigue siendo oscura y confusa->. Los campos de prueba al aire libre son, normalmente, parcelas arrendadas por las multinacionales a agricultores y agricultoras para probar nuevas variedades transgénicas (maíz, patata, remolacha o algodón, entre otras). Ensayos que forman parte de los protocolos previos exigidos por la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria para autorizar el cultivo comercial de nuevas variedades de OGM.
Un proceso por el que ya pasó el maíz MON810, el único transgénico que se cultiva comercialmente en el Estado español de manera legal, a pesar de haber levantado ampollas en la sociedad civil por sus consecuencias sociales o medioambientales. De hecho, el pasado mes de octubre, el Ministerio de Medio Ambiente Rural y Marino (MARM) reconocía por primera vez la existencia de personas afectadas por contaminación de sus cultivos con maíz transgénico MON810. Un peligro que se multiplica con los campos experimentales de transgénicos, cuyo cultivo comercial está prohibido por su falta de garantías, ya que ni siquiera han pasado por un trámite previo que evalúe su seguridad. La competencia en el Estado español para autorizar estas pruebas a campo abierto es del MARM. En las solicitudes de las empresas se recogen unos protocolos de seguridad como la eliminación de la muestra. “Tras finalizar la cosecha, las plantas se destruirán por un medio adecuado, generalmente por trituración o enterramiento”, expone Monsanto en uno de sus pliegos para plantar maíz Nk603. La representante del SLG, Charo Sánchez, es tajante: “A eso no se le puede llamar eliminación de residuos. Esa contaminación queda en el suelo. El Ministerio sabe que por todo el territorio hay parcelas y parcelas con organismos transgénicos enterrados. Además, los principios de precaución no garantizan absolutamente nada. Sabemos por estudios que 200 metros de distancia con otros cultivos no es una barrera real de seguridad. Estos protocolos de ensayos y de residuos son los que las propias empresas proponen, no el Ministerio”. A todas luces la seguridad parece escasa. “Hemos visto lugares, como Fraga, donde el principio de precaución no se había llevado a cabo. Simplemente habían pasado con una máquina para arrancar los restos del cultivo. Quedaban un montón de mazorcas por el suelo”, apunta Rosa Binimelis de la plataforma catalana Transgènic Fora. Para Andoni García, responsable de Seguridad Alimentaria y Medio Ambiente del sindicato agrario COAG, no hay seguridad en cuanto hay una experimentación a campo abierto. “Con la investigación que se ha hecho no está garantizado que no existan consecuencias nocivas. Posiblemente haya habido contaminación de experimentales con otros cultivos, pero como sólo se analiza lo ecológico es difícil saberlo”. Además de la inseguridad, el secretismo acompaña este tipo de ensayos. “Hemos comprobado que cuando se hacen cultivos experimentales no se avisa ni a la población ni a los vecinos”, declara la representante de Transgènic Fora. Lo cierto es que la autoridad competente, el MARM, no está obligada a avisar a las localidades donde se realiza la prueba. “La última palabra siempre la tiene el Ministerio; las Autonomías están supeditadas, aunque también pueden tener un posicionamiento claro y negarse”, resume Charo Sánchez. De hecho es imposible saber qué campos se han concedido o no y qué experimentos se están llevando a cabo, ya que esa información debería salir publicada en las actas de la Comisión Nacional de Bioseguridad (CNB), documentos que no ven la luz desde 2008. Según las últimas solicitudes publicadas por el Ministerio, entre 2009 y 2011,hasta 100 localidades de todo el estado Español se habrán convertido temporalmente (de 6 a 12 meses) en laboratorios a campo abierto de la agroindustria.. Pioneer, Monsanto o Bayer, entre otras, se reparten autonomías para sus ensayos. “El concelho de Lalín intentó localizar la ubicación exacta de los campos en su territorio”, revela Sánchez. “Llegó hasta a contactar con Monsanto, que era quien tenía solicitados los campos. También lo intentó Chantada, pero ambos fracasaron. Es muy pre- ocupante que incluso a la propia Administración local le nieguen datos. Esta situación es una muestra de la gran complicidad entre las multinacionales y los gobiernos”, añade. “Es muy complejo. Hay muchos vacíos legales por los que formalmente no se hace nada irregular pero que generan situaciones complicadas”, afirma Sira Rego, concejala de Medio Ambiente de Rivas Vaciamadrid. Esta localidad consiguió paralizar una solicitud de experimentación con maíz en su territorio. “No nos comunicaron nada porque en principio nos dijeron que no tenían por qué hacerlo”. Para Sánchez, la situación es vergonzosa. “Es un tema social que está afectando a toda la ciudadanía. Debe ser debatido y explicado”, concluye. ¿SÓLO REGALOS? Regalos, comidas o muestras gratuitas de semillas son algunas de las estrategias que la agroindustria despliega para atraer a agricultores y agricultoras. La revista de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) relata cómo en septiembre de 2009 una delegación del sindicato recorría Estados Unidos invitada por Monsanto. El objetivo de este viaje, según la UPA, fue “visitar varios centros de investigación agraria, así como explotaciones dedicadas al cultivo del maíz, la soja y la remolacha”. Durante una semana esta delegación recorrió fincas de experimentación de cultivos y se reunió con distintos expertos de Monsanto en materia de agua o mejora genética. Como colofón y siempre usando la expresión “agricultura familiar”, visitaron dos explotaciones de remolacha tolerante a herbicidas. “UPA valora muy positivamente este viaje”. SECRETISMO Y RIESGOS DE LOS ORGANISMOS GENÉTICAMENTE MODIFICADOS (OGM) La Comisión Nacional de Bioseguridad La Comisión Nacional de Bioseguridad, dependiente del Ministerio, es la encargada de elaborar los informes que dan el visto bueno a los experimentos con transgénicos. Está compuesta por 46 miembros, de los cuales tan sólo siete son representantes científicos. Sus miembros están cercanos a la agroindustria. Algodón La solicitud de Bayer para experimentar con algodón tolerante a herbicida roza la inseguridad: “Debido a las medidas tomadas en el ensayo y a que no existen especies silvestres emparentadas con el algodón en Europa, consideramos que no puede producirse transferencia de genes a otras especies ni al algodón convencional”.

miércoles, enero 27, 2010

Mientras

Foto: I.N., El cielo desde la terraza sur, 2010
en Davos, el gurú de la crisis vaticina que España es un riesgo para la zona euro y que a la larga quedará fuera de la UE, nuestros gobernantes aprovechan para acabar de destruir el patrimonio, el paisaje y el medio natural. No sólo no invierten en ciencia, tecnología y conocimiento, no sólo no ayudan a las empresas emergentes ni al ámbito de la cultura o a las energías renovables, sino que se preparan para extender la energía nuclear -con unas consecuencias que podéis ver aquí (por cierto, alguien me decía esta mañana que el cáncer ha aumentado muchísimo en la zona de Ascó, pero que no hay financiación para un estudio epidemiológico serio; yo vi un programa en Arte TV sobre un tipo de alergias infantiles crónicas asociadas a la proximidad de las centrales nucleares en Francia y daba escalofríos)-, y siguen invirtiendo sólo en la construcción (la destrucción). Me llegan noticias de Sitges: información sobre la destrucción del patrimonio que el Ayuntamiento de Sitges, la Diputació de Barcelona pretenden perpetrar sobre el nucleo antiguo de Sitges. La fachana marítima de Sitges está en peligro.
Y de las movilizaciones festivas contra el karting de Llinars del Vallès; con los links de dos blogs donde se encuentra toda la información...
Nuestros políticos no aprenden ni corrigen, niegan la realidad, niegan las negras previsiones europeas sobre este país y simplemente siguen con la política que nos llevó al hoyo. He leído que los Bancos vuelven a prestar para comprar vivienda. No prestan a las pequeñas empresas que deberían sacarnos de esto, sino que fomentan el cemento. Mientras, todo está parado y cuesta muchísimo resistir. No sé qué será de nosotros. Y tampoco sé cómo la gente no se echa a la calle para exigir que cambien las tornas, que se obligue a los Bancos a prestar a las empresas, que se invierta en conocimiento e investigación, que se emprendan políticas fiscales para apoyar a quienes lo necesitan, que se frene el latrocinio, el reparto de bonos millonarios, las comisiones. Que se controlen los precios (pagamos más que en toda Europa por la comida, la telefonía móvil, Internet, y tantas otras cosas, en algunos casos el doble). Que se acabe el gobierno de los laboratorios farmacéuticos, de los transgénicos, de los Bancos.

miércoles, enero 20, 2010

La destrucción de la plaza Joaquim Folguera

Fotos: I.N. Perdonad mis fotos doloridas, hechas in the spur of the moment... 20/1/2009
Hoy han empezado la tala. El cap de Transports de la Generalitat, Manel Villalante nos prometió informarnos antes de cortar los árboles, pero no lo hizo. Se acabó la preciosa arboleda de la plaza donde nos refugiábamos todos. Se acabó la bonita maraña de ramas contra el cielo que veíamos al salir del metro. Se acabaron las farolas históricas que daban la atmósfera de Brassaï y Magritte. Se acabaron los árboles que plantó un perfumista hace más de ochenta años. El metro podría haberse ampliado aprovechando el párking, pero para nuestros políticos, hay que preservar los párkings, no los árboles. Y eso en plena era de cambio climático y en una ciudad que está muy por debajo de los índices mínimos de verde por habitante recomendados por la OMS para la salud de los ciudadanos. He mandado esta nota a Gisa y a la Generalitat
Avui hem vist com tallaven els primers lledoners de la magnífica arbreda de la plaça Joaquim Folguera. Ens van dir (als qui vam anar a la reunió amb el senyor Villalante i amb el gerent de Sarrià-Sant gervasi, en representació dels 2.500 veïns que havien signat contra la tala) que ens informarien abans de fer-ho i que ens ensenyarien el projecte. No ho han fet, perquè en aquest país els polítics encara no saben que han de respondre davant dels ciutadans, i que els ciutadans tenim drets i paguem impostos. És una vergonya que aprofitin les arbredes, els arbres que han trigat 80 anys a créixer per ampliar el metro. Aquesta arbreda, en una ciutat densa, contaminada i sorollosa com Barcelona, hauria d'haver estat cuidada i respectada. Però només respecten i preserven els pàrkings i omplen la ciutat de formigó i places dures, que s'escalfen terriblement a l'estiu mediterrani. Barcelona està molt per sota dels índex mínims de vert per habitant que recomana l'OMS per a la salud dels ciutadans i l'Ajuntament i vostès ho agreugen cada dia. En lloc de preservar els arbres preserven els pàrkings, que per a vostès és l'únic patrimoni valuós, a diferència de la resta d'Europa. No hi ha cap altra ciutat d'Europa tan foradada pels aparcaments. Ens treuen l'ombra, l'oxígen que irradien els arbres, la quietud -perquè absorbeixen el soroll. Aquesta era una plaça bonica on es refugiaven nens i pares, vells i joves. Sortir del metro i veure aquest paisatge significava una certa qualitat de vida. A més, vostès ens treuen els fanals històrics de la ciutat, que són patrimoni, i ens posen uns fanals d'autopista. Ens diuen que són homologats... amb què? Com pot ser que ni a París, ni a Londres, ni a Brussel·les, ni a cap ciutat europea treguin els fanals històrics ni els adoquins i aquí ho destrueixin tot? És una vergonya tot plegat Isabel Núñez

miércoles, enero 13, 2010

La degradación de los Jardines Costa i Llobera y...

Foto: Viejas postales de los Jardins Costa i Llobera y el Parc de la Ciutadella
Construidos en 1970 en un terraplén, se cerraron en 2005, teóricamente para reformar su canalización, drenaje y terreno, pero parece que el ayuntamiento los haya olvidado y los vecinos se quejan del estado de abandono y degradación de un lugar de rara belleza y flora peculiar, jardines de cactus y palmerales en la ladera de Montjuïc, un paisaje típico de esta ciudad y de sus antiguas postales, ahora amenazado. Sólo este blog se ha hecho eco del problema y ha publicado fotografías que muestran la situación actual.
También me escriben para hablarme de la instalación del parque de bomberos provisional en la plaça Joan Miró, o de l'Escorxador, que en realidad ya era puro cemento, pero los vecinos querrían tierra y verde y opinan que la estatua de Miró no merece ese maltrato.
Fuera de la ciudad, el cemento también invade. Me han escrito los resistentes contra la instalación de un kárting en una zona natural y boscosa de Llinars del Vallès, al estilo de la montaña rusa que exigió la tala de las encinas centenarias en lo que era el pulmón verde de Hereuville, ya muy menguado con urbanizaciones de falso lujo firmadas por Núñez y Navarro.
Los vecinos de Llinars del Vallès ya no saben qué hacer para evitar la destrucción. Y es que a nuestros políticos y constructores les da igual el cambio climático, el calentamiento, la contaminación, la destrucción de las especies, las enfermedades respiratorias, las alergias, la toxicidad en la sangre y tantos otros efectos secundarios de sus políticas. Como las vacunas peligrosas e inútiles que hemos tenido que pagar y los escáneres con que nos radiarán en los aeropuertos si no lo evitamos. Eso sí, seguramente prohibirán fumar también en el kárting.

sábado, enero 09, 2010

¿Radiación peligrosa en los aeropuertos?

Foto: I.N., Cielo desde la terraza, 2010
Si todos saben que los escaners en los aeropuertos emiten radiación peligrosa capaz de esterilizar a los viajeros jóvenes y de producir cáncer en los viajeros frecuentes, y todos saben que ese sistema no habría impedido el último atentado, ¿por qué los 27 van a proponer que se instaure en los aeropuertos en la reunión con USA? Sospecho que una vez más se trata de una joint venture entre laboratorios farmacéuticos fabricantes de quimio, fabricantes de scaners y sus lobbies gubernamentales... ¿Pero quién nos protegerá de estos políticos?
The New York Times By MATTHEW L. WALD January 8, 2010
WASHINGTON — The plan for broad use of X-ray body scanners to detect bombs or weapons under airline passengers’ clothes has rekindled a debate about the safety of delivering small doses of radiation to millions of people — a process some experts say is certain to result in a few additional cancer deaths. France to Begin Test of Body Scanners (January 9, 2010)
The scanning machines, called “backscatter scanners,” deliver a dose of ionizing radiation equivalent to 1 percent or less of the radiation in a dental X-ray. The amount is so small that the risk to an individual is negligible, according to radiation experts. But collectively, the radiation doses from the scanners incrementally increase the risk of fatal cancers among the thousands or millions of travelers who will be exposed, some radiation experts believe. Full-body scanners that are already in place in some airports around the country and abroad use a different type of imaging technology, called millimeter wave, that uses less powerful, non-ionizing radiation that does not pose the same risk. But those machines also produce images that are less clear. And in the wake of the attempted bombing of an airplane traveling to Detroit from Amsterdam on Dec. 25, the United States is turning to backscatter scanners for routine security checks. Congress has appropriated funds for 450 scanners to be placed in American airports. On Thursday, President Obama called for greater use of “imaging technology” to spot weapons and explosives. Some other countries may follow suit. Britain plans to use whole-body scanners and may test the backscatter system. On Friday, the French government said it would begin testing a few scanners of the millimeter wave type at Charles de Gaulle and Orly airports, for flights bound for the United States. Italy and the Netherlands also plan to use the millimeter-wave scanners. Most discussion about full-body scanners has focused on privacy issues surrounding the nude images that would result. The American Civil Liberties Union has denounced the practice as a “virtual strip search.” Some experts argue that the broad use of the scanners raises the same question that pertains to any other routine exposure to small doses of radiation: Do the benefits outweigh the risks? “The guiding principle is not whether Mother Nature is going to kill you one day,” said Arjun Makhijani, a nuclear physicist. “It’s whether we can justify doing something to each other based on the benefit you’re going to get.” Officials at the Transportation Security Administration say they have already tried out a handful of backscatter scanners. They could acquire 450 from the manufacturer, Rapiscan Systems, by the end of September. The agency has a contract under which it could buy 900 of the scanners. The machines have been used for years at prisons and other places where the authorities look for weapons, including at nuclear power plants. In a 2002 report on the safety of backscatter scanners, the National Council on Radiation Protection and Measurements, which is highly influential in setting regulatory standards, said it “cannot exclude the possibility of a fatal cancer attributable to radiation in a very large population of people exposed to very low doses of radiation.” One author of that report, David J. Brenner, a professor of radiation biophysics at Columbia and director of the university’s Center for Radiological Research, said that risk might be increased as the transportation agency moves from using the scanning machines as a second-round check after metal detectors and hand searches to using them as a first-line screening system. “When we were looking at these a few years back, it was always going to be as a secondary screening tool,” he said. “In that scenario, I don’t think there’s too much concern.” But, he said, if millions or tens of millions of passengers a year were scanned with the backscatter X-ray, he said, the risk would be higher. The health effect of small doses of radiation is not observed, but inferred from the visible effects of higher doses. Dr. Makhijani said that if a billion passengers were screened with the dose assumed by the radiation protection council, that would mean 10 more cancer deaths a year. Those deaths would represent only a tiny increment over the existing cancer rate, he said, just as the extra dose was a tiny fraction of the natural background dose of radiation people get from everyday exposures, but he added that they should still be considered. Edward Lyman, a nuclear expert at the Union of Concerned Scientists, said that the additional deaths would be indistinguishable from cancers resulting from other causes. But he said, “Just because they can’t be attributed in an epidemiology study to the additional radiation, it doesn’t mean they’re not there.” Other experts, however, including David A. Schauer, the radiation council’s executive director, disputed the idea that collective doses of radiation increased risks significantly. Doses divided into tiny portions among millions of people are not the same as those concentrated on a few people, Dr. Schauer said. “I personally don’t buy it,” he said. “From a public health point of view, it’s a bit of a stretch.” The radiation council sets standards for doses to radiation workers and to the general public, but does not set a standard for a collective dose. Robert Barish, a radiation consultant in New York and the author of a 1996 book, “The Invisible Passenger,” said the doses delivered by the scanners were tiny by any standard, and passengers would get the same dose in a few minutes in a high-altitude jet, where most of the earth’s atmosphere is not available to shield people from cosmic rays. A spokeswoman for the Transportation Security Administration, Kristin Lee, said that even for pregnant women, children and people whose genetic makeup made them more susceptible to X-ray damage, “It would take more than 1,000 screenings per individual per year” to exceed radiation standards. According to a blog published by the Transportation Security Administration, the radiation dose from the scanner is about the same amount as an average American receives from natural background sources in four minutes on the ground. But Dr. Lyman, of the Union of Concerned Scientists, noted that at one point the blog had listed a much higher dose for the scanners. When the discrepancy was pointed out, the agency corrected the blog to the lower figure. Backscatter scanners work by shooting a beam of X-rays at a subject. But rather than making an image from what passes through the body, as a doctor’s diagnostic X-ray machine does, backscatter machines measure what bounces back, producing an image of the passenger without clothing. The X-rays are a form of ionizing radiation, that is, radiation powerful enough to strip molecules in the body of their electrons, creating charged particles that cause cell damage and are thought to be the mechanism through which radiation causes cancer. Nicola Clark contributed reporting from Paris. ¿Quién nos protegerá ahora que los lobbies farmacéuticos, armamentísticos y biotecnológicos-transgénicos están cómodamente sentados en nuestros gobiernos?
¿Qué negocios sin fronteras ni escrúpulos hacen con nuestra salud?
Vean aquí a Gabilondo ayer hablando del negocio de las vacunas de la gripe A y de los lobbies en Europa. De vez en cuando un periodista se arriesga a decir algo. Después de habernos ridiculizado a todos por "hacer caso del vídeo de una monja" y descreer de los laboratorios...
Hoy he visto entero el documental Le monde selon Monsanto sobre los transgénicos en Arte Tv. Ojalá todo el mundo pudiera verlo en este país. Desde que entró la ministra Garmendia en el gobierno, este país se ha convertido en primer productor de alimentos transgénicos, prohibidos en Alemania, bajo reserva y etiquetaje en Francia, mientras que aquí todo el mundo los consume sin conocer los riesgos demostrados.
Pero en algunos periódicos continúan engañándonos. Si sabemos que ha aumentado el consumo de tabaco, cuesta creer que la gran mayoría apruebe la ley que impedirá fumar en ningún local. Pero añaden que la gran mayoría aprueba los controles de los aeropuertos "aun a costa de la libertad" (¿y a costa de morir de cáncer? ¿de formar parte de esas pocas muertes más al año, despreciables para los políticos? ¿No les recuerda esto a los números de Stalin? ¿Qué importa unos pocos casos de cáncer más, si sólo son números? A menos que sea uno mismo. ¿Y qué importa que no sirvan para evitar atentados? Aún nos queda Internet...

miércoles, enero 06, 2010

Patricia Gabancho, en EL PAÍS...

Foto: I.N., Almeces de Joaquim Folguera, 2009
Vaivenes urbanos PATRICIA GABANCHO 06/01/2010 Estas luces de Navidad, tan gélidas y elegantes en sus tonos blancos y azules, y a lo mejor verdes pero nunca rojas, nos cuentan que Barcelona ha cambiado de idea. El año pasado era sacrificar la estética en favor de la sostenibilidad, este año es renunciar a la sostenibilidad por el consumo, por más que el consumo excesivo, tan propio de estas fechas, sea el contrario de un gesto sostenible. El problema es que el Ayuntamiento cambia de conducta sin llegar a construir una nueva argumentación sólida: este año la iluminación ha venido sin esgrimir razones, más o menos como pasa en todas las ciudades. Pero Barcelona era diferente porque se suponía que pensaba de forma diferente. Barcelona daba lecciones. Se mueve Barcelona a ritmo de capricho Tiempo había en que se consideraba un crimen haber arrasado, el Ayuntamiento franquista, los plátanos de la rambla de Sant Andreu para que en la calle cupieran más coches. Ahora el Ayuntamiento se cargará de raíz un conjunto notable de almacenes de la plaza Joaquim Folguera para hacer un parking. ¿Son mejores los coches aparcados que circulando? Suprimir un árbol no es nada, pero desnudar una plaza centenaria significa que nadie, ni un solo vecino, volverá nunca a verla como estaba. Es el derecho al paisaje urbano lo que se vulnera con la tala radical. La línea 9 del metro, absolutamente necesaria, ha destrozado ya más de una plaza. Barcelona ha pasado de la jardinería sostenible a plantar flores en los parques -flores de un día-; ha ido del no al tranvía por la Diagonal, porque el tráfico no lo permitía, a rehacer la Diagonal para adaptarla al tranvía; de protestar por los edificios singulares a ponerlos por todas partes; de las plazas duras progres a las plazas durísimas y cuarteleras; de un escueto y contestado plan de hoteles pre-olímpico a hoteles fuera de reglamento; de presidir todas las organizaciones internacionales a no saber qué hacer con la Unión del Mediterráneo... En fin. Marea esta ciudad de vaivenes, que guarda las teorías trabajosamente introducidas en el cacumen de la gente para moverse ahora a ritmo de encuesta, de dictamen, de capricho, de tontería.