miércoles, agosto 06, 2008

Políticas

¿Qué se hizo de la izquierda? ¿Es ésta nuestra izquierda?: España bate su récord en venta de armas y supera los 900 millones. Me cuentan que la ley de educación de Ernest Maragall parece hecha por CIU: privilegia la escuela privada y concertada frente a la pública y envía a los inmigrantes todos juntos a centros públicos determinados. Por ejemplo. O el hecho de que ni se planteen medidas para contener el precio de los alimentos, mientras que todo descansa sobre la contención salarial. O que ni se hable de recortar el gasto público de representación, los coches oficiales, las dietas de los ministros, o esos exagerados fastos y comitivas catalanas que van a los países vecinos e inauguran centros lujosos. Sólo los ciudadanos tienen que apretarse más y más el cinturón. Ayer había una carta en La Vanguardia proponiendo que el Estado instituyera un bono y que los Bancos hicieran un esfuerzo para que la gente no perdiera las casas con el aumento de las hipotecas: no era un invento suyo, sino una medida propuesta en otros lugares. Pero aquí, los Bancos, las inmobiliarias, las compañías en general nunca tienen que sufrir ninguna restricción, todo son apoyos del gobierno.
¿Acabará su mandato el PSOE? ¿Llegará a la primavera? Y si gana el PP, rechinar y crujir de dientes para las leyes de inmigración, el peso de la iglesia, los retrocesos sociales, el acoso contra el aborto, etc., pero la misma política económica, sin corrección fiscal, apoyando como éstos a las grandes fortunas, con mayor descaro tal vez. De esta crisis ¿quién nos sacará? ¿Es que no hay nadie capaz de aplicar medidas correctivas que palien sus efectos y emprendan otro rumbo para este país? ¿Es que nadie va a intentar parar la política de invertir sólo en ladrillo, destrucción del paisaje y del medio ambiente y turismo barato? ¿Cuándo tendremos un ayuntamiento que proteja el patrimonio arquitectónico restante y el patrimonio verde en lugar de multiplicar los aparcamientos sin dejar tierra para los árboles? ¿Es éste el momento de destruir el Parc de la Ciutadella para construir un gran aparcamiento para los diputados? ¿No deberían esos diputados aprender a usar los transportes públicos? ¿No habría que preservar nuestros árboles con ferocidad ante la sequía?
Estos días los periódicos nos acosan con noticias de sucesos que ocupan páginas y páginas. En vez de El País y La Vanguardia me parece estar leyendo El Caso o The Sun (el gourmet desaparecido, por ejemplo). Y la forma de abordar ciertas noticias es cuando menos curiosa. Se lamentan y preocupan por el aumento desorbitado de la obesidad infantil en España, se dice "a pesar de la tradición de la dieta mediterránea", se atribuye a "los nuevos hábitos sedentarios", se habla de España y USA en una misma evolución. No se dice nada del encarecimiento brutal de verduras y frutas que ha llevado a sustituir la dieta mediterránea por comida basura americana. No se dice nada de cómo los lobbies de las compañías que producen esa comida rápida han conseguido cambiar las políticas de precios, de grandes superficies sustituyendo al pequeño comercio y los mercados, invadidos por supermercados, la promoción de esa nueva dieta en centros públicos, etc. Parece como si casual o mágicamente la gente hubiera decidido comer más hamburguesas y grasas industriales. La entrevista en La Vanguardia al doctor Valentín Fuster no dice una palabra de los precios y las políticas que nos han llevado a esto. Nada es inocente.

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