viernes, diciembre 03, 2010

Un psiquiatra psicoanalista habla de educación

Foto: I.N. Barcelona, 2010 En La Vanguardia, hace unos días
Josep Moya: "Los padres que protagonizaron el 'Prohibido prohibir' del Mayo del 68 se equivocaron"
El fenómeno 'ni-ni' y el alto fracaso escolar derivan de la pérdida de la noción de autoridad en la generación de los progenitores, según el psiquiatra
MERITXELL M. PAUNÉ Barcelona 29/11/2010
Josep Moya (Barcelona, 1954) es psiquiatra y dirige el Observatorio de Salut Mental de Catalunya desde su creación en 2007. También es Coordinador científico del Servicio de Salut Mental del hospital Parc Taulí y miembro de la Fundació - Institut Universitari del mismo centro hospitalario sabadellense. Fue el encargado de cerrar el ciclo de conferencias Ser adolescente hoy en el CosmoCaixa de Barcelona, la pasada semana.
¿Cómo son nuestros niños y jóvenes de hoy?
Son la expresión de la sociedad y de una colisión entre la crisis y las expectativas previas. Tenemos unos niños y adolescentes educados en una época de abundancia, rodeados de objetos maravillosos –consolas, portátiles…– que los medios de comunicación pintaban como fundamentales y muy asequibles. Pero ahora resulta que la cosa se ha trastocado y que las familias apenas llegan a final de mes, el acceso al mundo laboral se ha complicado mucho y aquella abundancia ya no existe.
¿Cuáles son los problemas o los trastornos que, según su visión de especialista, afectan a más jóvenes hoy en día en Catalunya?
Los de conducta oposicionista o desafiante. Hacia los padres, los docentes, en la escuela, en la calle… Es el síntoma de un problema mucho más amplio y de fondo. Tengamos en cuenta que no todos los conflictos o malestares necesariamente se deben a trastornos mentales, que últimamente nos empeñamos en trastornarlo todo.
¿Y según los propios jóvenes? ¿Qué malestares perciben como los más graves de su generación?
Los mismos, los de conducta. Como sujetos o como sufridores de éstos. Hemos realizado un estudio en varias escuelas, por encargo de la Generalitat, y los niños nos cuentan en las entrevistas que en su clase hay agresiones frecuentes entre compañeros del mismo curso, dicen que falta de disciplina, que algunos compañeros que se ríen del profesor, nos cuentan que se aburren, que la violencia forma parte de las relaciones cotidianas…
¿Estos trastornos de conducta son la razón fundamental del actual malestar en la enseñanza?
Es una de las razones pero no la única. La otra es la desmotivación del alumnado por el conocimiento. Los docentes se quejan que en su intento de transmitir un conocimiento, no encuentran receptividad. Ya no les interesa.
¿Por qué ya no les interesa?
Una de las cosas que más nos responden los alumnos es que no le ven la utilidad a aquello que se les enseña, no ven cómo les podrá ayudar a construir su proyecto de futuro.
Hace 30 años tampoco debía parecer precisamente útil la lista de los reyes godos.
Tampoco. Pero el profesor o tus pares te convencían de que sí que te serviría algún día para obtener un trabajo o pasar unas oposiciones, que te darías cuenta más adelante. Y esto es lo que ya no tiene credibilidad. La autoridad del adulto, el reconocimiento a su saber y la conveniencia de escucharle, tambalean.
Insisto: ¿Por qué?
Es un cambio progresivo que empieza con el Mayo del 68, durante la juventud de los actuales padres. Estas familias y actores que lo protagonizaron probablemente se equivocaron cuando decían esa famosa frase de ‘Prohibido prohibir’. A partir de ese lema surgen hoy respuestas radicales, rígidas, feroces, que reivindican el autoritarismo contrario. Y en este sentido el resurgir de algunos grupos neonazis podría ser una consecuencia tardía del 68.
En Catalunya tenemos alrededor de un 40% de fracaso escolar. ¿Cuántos naufragan por ese magma inestable de valores y cuantos por desórdenes de conducta?
La existencia de trastornos no justifica el fracaso escolar. Ya sé que hay colegas míos que afirman que el fracaso escolar en Catalunya se debe únicamente a trastornos mentales o de conducta no diagnosticados. A mi me parece que no, que es tan alto porque la problemática de fondo con los valores no genera las condiciones adecuadas para la transmisión del conocimiento. Por eso nuestro sistema educativo no resulta motivador ni para los que van retrasados en el aprendizaje ni para los que van sobrados.
¿Qué balance hace de la introducción de psicólogos en las escuelas?
Muy buena. En este estudio para el Departament d’Educació justamente respaldamos que los docentes tengan un apoyo clínico con dos funciones primordiales: detectar y derivar a especialistas posibles trastornos graves y capacitar al profesor para reaccionar adecuadamente ante una crisis en el aula o un comportamiento sintomático. Tendrá limitaciones, sin embargo.
Las horas de tutorías no pueden ser reducidas, porque hay niños que las necesitan como agua de mayo. Otra limitación son las familias que tienen una actitud hostil hacia el docente o que cuestionan sistemáticamente los informes de la escuela. Y la red de salud mental infantojuvenil tiene que dar una respuesta rápida una vez detectada una situación muy grave en una escuela, no que le den visita para dos meses después. Los centros están muy colapsados, pero tienen que encontrarse vías para acelerar la atención a los casos más graves.
Quería preguntarle sobre los ni-nis, sobre aquellos que verdaderamente lo sean y vean pasar los días y los meses apoltronados en el sofá de casa de sus padres. ¿Detrás de algunos de ellos puede haber un trastorno?
Algunos casos seguramente habrá, pero la mayoría sufren una preocupante falta de responsabilidad, entendida como la capacidad de hacerse cargo de las propias decisiones y sus consecuencias. Me da la sensación que ante la frustración de esas expectativas de éxito fácil, no tienen los recursos personales para afrontar el contexto actual, porque no fueron educados para la escasez sino para la abundancia.
¿Cantarles las cuarenta les hace espabilar?
No. Ya no podemos devolverlos a la infancia y volverlos a educar para el nuevo contexto. No lleva a ningún sitio criminalizarle y dedicarle toda clase de descalificativos, que si eres un gandul, que si eres un irresponsable… No da buenos resultados. Algunos incluso se acorazarán y quedarán aún más inhibidos. Posiblemente necesiten mucho más un apoyo individual, hablar con alguien y compensar los recursos que no tiene.
¿Cuándo tiene que saltar la alarma que un posible trastorno mental?
Cuando un mismo síntoma se da en todos los entornos. Hemos visto muchos niños que son movidos en clase de una asignatura, pero no lo son en otras, o no lo son cuando ven la televisión tres horas, jugando al ordenador o incluso haciendo una tarea escolar que les motiva.
Hay niños hiperpasivos también, aunque se les nombre menos que a los hiperactivos.
Porque no hacen ruido, claro. Se trata de niños apáticos, que no hacen ruido, que no muestran interés por demasiadas cosas. Hay que explorar cada caso y ver que detrás no haya una depresión u otro problema grave.
Hábleme de la depresión infantil en Catalunya. ¿Su prevalencia es relevante?
Bastante. Alcanza a entre un 10% y un 15% de los menores, más o menos. Un niño de 10 o 12 años puede entrar en situaciones depresivas y manifestarlo a través de trastornos de la conducta. Por eso es tan importante que cuando se detecta un trastorno, el especialista hable con el niño o adolescente, mantengan una conversación en persona, larga. Los desencadenantes más habituales son las crisis familiares y la sensación de no encontrar su sitio en la vida, por sentirse inútiles o no llegar a los niveles de aprendizaje de los demás...
Tanta complejidad estructural y de valores es desalentadora. ¿Alguna receta que esté a nuestro alcance?
Conversar. Y me refiero a conversaciones largas. Los profesores con los alumnos, los profesionales de la salud mental con los docentes, estos con las familias, los hijos con sus padres… Sólo desde la conversación llegaremos a la detección. Y superar el sentimiento de culpabilidad para alcanzar una actitud de responsabilidad, de hacerse cargo de la situación. Son tan complejas las causas de los trastornos, que lo único sensato es incidir en aquellos factores que están en nuestras manos, como la capacidad de hablar y escuchar.

9 comentarios:

Ephemeralthing dijo...

Creo equivocado, e incluso malintencionado, el recurrir a los tópicos de "mayo del 68" para definir una educación basada en la sobreprotección del adolescente, ¿qué tiene que ver eso con "mayo del 68"?

Belnu dijo...

Bueno, Eph, el mayo del 68 fue muy saludable en el momento, pero el prohibido prohibir confundió a mucha gente después, en las generaciones posteriores, los niños necesitan que se les pongan límites, aquí, sin mayo del 68 se pasó de la autoridad tiránica al no poner ningún límite y dejar que crecieran como plantas salvajes, muchos padres con chicos violentos e inadaptados simplemente no tuvieron la paciencia de decir que no a algunas cosas racionalmente, es un trabajo pesado y muchos padres confundidos abdicaron de su papel y crearon monstruos, los que ahora mean en la calle y no entienden que leer acompaña, que pensar y analizar es necesario y creen que sólo tienen que aprender a ganar dinero

Belnu dijo...

En cuanto a los hijos de padres del 68, ¿leíste Las partículas elementales" de Houellebecq?

Ephemeralthing dijo...

No me suelen interesar, más bien los rehúyo, los "objetos" mediáticos. Por eso no he leído a Houellebecq a pesar de alguna recomendación, aunque si vi la película basada en esa novela: unos personajes insufribles. ¿Esos son los "hijos" del mayo 68?. No tengo ni idea, pero yo creía identificar esa herencia en ciertos modos y actitudes para nada "antisistema" pero si corrosivos para los valores de cierta clase media. También en como a veces grupos de ciudadanos son capaces todavía de responder a abusos de poder.
Esos "hijos" que ahora mean en la calle, chillan al hablar por el movil, que se regodean en la ignorancia, no veo yo que tengan nada que ver con los valores del 68, así como las intenciones de sus padres, a no ser que fueran unos esnobs o igualmente unos ignorantes.
http://www.arteliteral.com/al/index.php/desde-la-red/48-el-oro-de-flaubert.html

Lo que si creo como profesional de la educación es que hay que hablar con esos hijos, con esos padres, como acaba diciendo en la entrevista el sr. Moya.

Belnu dijo...

Perdona, Eph. Debo escribir cada vez peor y con más precipitación. Yo NUNCA he querido decir que la burramia y la ignorancia sean hijas del 68. Creo haber escrito, aunque sea torpemente: "Aquí, sin mayo del 68..." En España el 68 se vivió de lejos y la atmósfera dominante aquí era muy distinta, mucho más pacata y sobre todo, más ignorante, y el espíritu sesentayochista fue minoritario, aunque sí hubo su pequeña liberación sexual, sus jornadas libertarias, eso que intentaba contar un documental estrenado hace poco. Aquí ha habido un proceso distinto siempre marcado por la ignorancia general. Pero sí se ha resuelto muy mal la crisis de la autoridad tiránica y se ha pasado a una dejación, a un abandono, a una deseducación.
Otra cosa son los análisis que gente más preparada que yo ha hecho de las consecuencias del 68 en Francia y Europa, en el sentido de una mayor derechización, etc.
En cuanto a Houellebecq, empezó siendo un escritor legítmo e interesante, con su humor, su amargura postsesentayochista y su misantropía y misoginia, sus reflexiones sobre la soledad urbana, sobre la dificultad de encuentro entre hombres y mujeres, la desesperación, etc. Yo defendí "Las partículas..." en La Vanguardia, a pesar de unas páginas que me irritaron, y hubo dos o tres cosas suyas que sí me interesaron, antes de que se decidiera a ganar dinero. No es ningún idiota y tiene talento, otra cosa es cómo lo utilice ahora o cómo canalice su desesperación, que es verdadera.
Yo creo que vale la pena leer dos o tres libros suyos con toda certeza.

Belnu dijo...

Dicho esto, yo tampoco habría hablado nunca del 68 para explicar lo que ocurre aquí entre padres deseducadores e hijos salvajes. Yo creo que Moya tiene razón en esa crisis de la autoridad y la falta de límites, tal vez podría hablarse de un espíritu indirectamente sesentayochista filtrado por la ignorancia, la confusión, un poco del mismo modo que aquí creció la mentalidad hippie, tarde y limitada, y etc

Belnu dijo...

Y por último, Eph. Qué bueno ese artículo de Enrique Vila-Matas, "El oro de Flaubert"... Diría que ya lo había leído, pero me ha encantado volver a leerlo

Ephemeralthing dijo...

Si, el artículo de VM es un referente mucho menos banal para enfocar el fracaso educativo que el recurrir al "mayo 68". Hace poco francis lo copió-pegó. De ahí lo saqué yo y de ahí recuerdas tu haberlo leído.

Belnu dijo...

Ah! Creí que lo habría leído en el País. Francis siempre cazando tesoros...
En efecto, la etiqueta del 68 es discutible sobre todo en este país! Pero a mí me interesó el resto...