domingo, febrero 26, 2012

No permitamos que instalen el Eurovegas

“EUROVEGAS” ni en Catalunya ni en Madrid ni EN NINGUNA PARTE

No tot s’hi val per aconseguir una inversió milionària! 


No queremos este centro de ludopatía, mafias y lavado de dinero negro en Madrid. 

No volem aquest centre de ludopatia, màfies i rentat de diner negre a Catalunya

Acción promovida por Ecologistas en Acción    

Los gobiernos de la Generalitat de Catalunya y de la Comunidad de Madrid compiten penosamente por convencer al multimillonario Sheldon Adelson para que invierta su dinero en las respectivas comunidades autónomas, ofreciendo terrenos gratis y excepciones legales para quedarse con la inversión. 

Consideramos lamentable que, en medio de una crisis provocada por una década de especulación urbanística y de primacía de la economía financiera global sobre la economía real, las administraciones públicas piensen en salir de ella con la misma receta que la provocó. “Eurovegas” solo traería más especulación, destrucción ambiental, ludopatías, prostitución, mafias y blanqueo de dinero negro.

Las cifras del negocio son tremendas: de 35 a 60 millones de metros cuadrados, 12 hoteles con 36.000 camas, 6 megacasinos, 18.000 máquinas tragaperras, 3 campos de golf, etc. Todo dentro de un “paraíso fiscal” donde no se cumplirían hasta 30 leyes estatales y autonómicas para facilitar el enriquecimiento de este empresario. 

¡No vale todo para conseguir una inversión millonaria! No volem aquest centre de ludopatia, màfies i rentat de diner negre a Catalunya Els governs de la Generalitat de Catalunya i la Comunitat de Madrid competeixen penosament per convèncer al multimilionari Sherdon Adelson perquè inverteixi els seus diners en les respectives comunitats autònomes, oferint terrenys gratis i excepcions legals per a fer-se amb la inversió. Considerem lamentable que, al mig d’una crisi provocada per una dècada d’especulació urbanística i preeminència de l’economia financera global sobre l’economia real, les administracions públiques pensin en sortir-ne amb la mateixa recepta que la va provocar. “Eurovegas” només ens portaria més especulació, destrucció ambiental, ludopaties, prostitució, màfies i blanqueig de diner negre. Les xifres del negoci són esfereïdores: de 35 a 60 milions de metres quadrats, 12 hotels amb 36.000 llits, 6 megacasinos, 18.000 màquines escurabutxaques, 3 camps de golf, etc. Tot dins d’un “paradís fiscal” on s’incomplirien fins a 30 lleis estatals i autonòmiques per a facilitat l’enriquiment d’aquest empresari. 


Saviano dice que Catalunya atraerá a la mafia con Eurovegas

El escritor amenazado por la Camorra advierte que el complejo sería "el centro del reciclaje mafioso de Occidente"


El magnate ultraderechista prefiere Catalunya, donde prevén destruir el entorno natural y parque protegido Remolar de les Filipines

sábado, febrero 18, 2012

Siguen la lluvia de cemento y la destrucción del paisaje

Foto: I.N. Londres, una ciudad donde sí se respetan y preservan árboles y parques, 2012
Hay gente que cree que con la crisis se ha acabado la construcción y están muy equivocados. Aunque sea para llenar la ciudad de pisos fantasmas, dejándola sin un solo árbol y por lo tanto sin oxígeno ni sombra para los embrutecidos ciudadanos, el ayuntamiento sigue empeñado en acabar con todo: la belleza, el oxígeno, la tierra, los pájaros, para seguir con su construcción de bloques y aparcamientos subterráneos. Para eso, al parecer, sí hay dinero, el de las mafias constructoras que siguen blanqueando y financiando a ayuntamientos y partidos. En Gràcia, que ya estaba falto de cemento, se anuncia ya otro desastre (La Vanguardia)

El barrio de Gràcia se queda sin uno de sus pocos pulmones verdes

Albert Domènech | 17/02/12
La tranquilidad que se respiraba hace unas semanas en el jardín de 800 metros cuadrados del convento de las Misioneras del Santísimo Sacramento y Maria Immaculada, en la calle Encarnación, ha dado paso a un paisaje desolador provocado por las ruinas de una obra que empezó a principios de año. Este oasis, ubicado en la isla que conforman las calles Encarnació, Torrent de les Flors, Sant Luís y Escorial, es uno de los pocos pulmones verdes que hay en el barrio de Gracia y cuenta con cuatro palmeras centenarias, un abeto de 25 metros de altura y otras especies como limoneros o acacias.

Hace unos días que las misioneras decidieron dejar esta ubicación por encontrarse el convento en mal estado y “otras causas” que no han querido detallar. El registro mercantil está a nombre de estas religiosas que finalmente han vendido el terreno, asesoradas por el Arzobispado de Barcelona, a una promotora que anuncia en su página web la “futura promoción de fincas con dos dormitorios y plazas de parking en el distrito de Gràcia”. En 1999 acordaron que si cambiaban de sitio, cederían un 25% de la venta de los terrenos al Arzobispado y otro 25% a la iglesia de Sant Joan de Gràcia, según ha confirmado el propio arzobispado, que no ha querido revelar el precio de la operación.

En cuestión de días, aparecieron las máquinas excavadoras en el interior de la isla de pisos para demoler el convento. “Fue de un día para otro, a primera de hora de la mañana escuché el ruido de las máquinas y no sabía qué pasaba”, asegura una de las vecinas que tiene un balcón exterior con vistas al jardín. 
Pérdida verde y sentimental
Los vecinos ven en esta decisión urbanística una pérdida centenaria, medio ambiental y sentimental para el barrio y se han unido en la plataforma Salvem el jardí para evitar su desaparición. Por el momento llevan recogidas más de un centenar de firmas para que no se retiren las palmeras ni los árboles de donde estaba ubicado el convento. Los vecinos también alegan que la familia terrateniente que cedió estos terrenos a la Iglesia, a principios del siglo XX, lo hizo con la condición de construir una escuela para el barrio de Sant Joan en la Vila de Gràcia y que fuera un espacio de uso vecinal, algo que se ha mantenido hasta hoy. Se trata de Josep Sans, quien antes de morir en 1886, dejó en herencia estos terrenos y que según el arzobispado “recomendó, nunca exigió ni obligó, que se destinaran a la educación de las niñas de Gràcia, como así se ha hecho”. Ahora la plataforma vecinal pide a la Iglesia un “ejercicio de responsabilidad de estos terrenos y que no los destine a viviendas privadas sino a equipamientos para el barrio”. El distrito de Gracia ha accedido a interactuar con la promotora para hacer llegar esta sensibilidad vecinal y que se pueda conservar el jardín, o parte de él, a pesar de que el proyecto está ya en una fase avanzada. La constructora ha explicado que su intención es pagar 17.000 a Parcs i Jardins para salvaguardar alguna de las especies con más valor, aunque ninguna de ellas está catalogada, según afirma el propio distrito. El objetivo es transplantar estos ejemplares en otra parte de la ciudad, todavía por determinar. Según la promotora, que no ha querido dar a conocer la cifra final de la operación, la semana que viene se reunirá con el distrito para buscar una solución a la demanda de los vecinos, que no pasaría en ningún caso por salvaguardar el jardín, ya que la única opción que se está estudiando es la de ajardinar la cubierta del parking, una vez estén listas las obras. Otro punto de controversia entre vecinos y distrito hace referencia al Plan General de Ocupación. Según los primeros, existe un error en la calificación de estos terrenos, que contempla como parcela de equipamiento una vivienda contigua y no los terrenos donde se encontraba el convento, por lo que denuncian que la Iglesia se ha aprovechado de ello para cerrar su operación. El distrito asegura que no hay ningún error y que la finca adyacente calificada de equipamiento tiene ese uso. Fuentes municipales añaden que la parcela donde se están haciendo las obras es legalmente edificable, por lo que no se puso ninguna traba a la constructora a la hora de aceptar su proyecto urbanístico y otorgar la licencia de derrumbe.



sábado, enero 14, 2012

Ayer y el azufaifo


Foto: I.N. Ésta era la casa del azufaifo, la que derruyeron y nos quitaron, donde el árbol vivía libre y lleno de flores y pájaros en una tierra aireada, antes de que el ayuntamiento decidiera destruirlo todo. 2007
Una funcionaria del ayuntamiento del distrito me había citado en la desdichada y talada Vil·la Florida (se me encoge el corazón al entrar en lo que fue un jardín frondoso y fresquísimo, con ochenta y siete árboles centenarios y un jardín romántico. Sólo pasar por aquella puerta cambiaba la temperatura y olía a espesura y a bosque y no se veían las calles de atrás. Ahora todo está pelado, socavado, y la reforma del edificio es horrorosa. Los okupas la cuidaban mucho mejor que el ayuntamiento y los gatos...) para explicarme algo del azufaifo. Si ustedes pasan junto al pobre azufaifo ahora encajonado y prisionero del cemento y el andamio y cercenado por la grúa, comprenderán que hay poco que explicar. Y como la batalla del azufaifo no era sólo mía, sino que miles de personas pidieron una plaza, algunas desde sus columnas en periódicos y otros medios, me llevé conmigo al abogado arbóreo y la traductora que fue mi colega en esta batalla (iba a venir el jardinero humanista, pero se lesionó justo antes de venir). Y allí estábamos los tres, dispuestos a escuchar el cuento de Blancanieves para luego contestarle con lo que sabemos y hemos visto, pero los funcionarios no querían dejar pasar a mis dos acompañantes, y al fin el abogado, conciliador, les prometió que ellos no hablarían, sólo escucharían, y entramos. La explicación sólo se refería a la última brillante iniciativa del ayuntamiento respecto al azufaifo. No basta con llenar de cemento el solar contiguo, inyectando hormigón a metros y metros de profundidad, asfixiando todas las raíces del árbol que van hacia la riera -la calle Berlinès-, no basta con romperle las ramas con la grúa, con encajonarlo en un terreno diminuto, contra todas las normas europeas, sino que además, al ayuntamiento se le ha ocurrido que los estudiantes de la Massana hagan una intervención artística en la pared medianera que toca al azufaifo. Es decir, que lo llenan todo de cal, yeso, pintura, máquinas y suciedad. Y ya que el árbol está probablemente condenado (yo siempre conservo la esperanza de que hubiera echado raíces laterales hacia el jardín rodorediano que aún queda a su lado, de un señor octogenario que se negó a ser expropiado porque le gusta su jardín y que nos recibió un día a las dos Isabeles; nunca dejamos de soñar, hasta que algo muere), al menos podrían haberle dejado limpio y tranquilo el diminuto terreno a su alrededor, pero no, hay que celebrar allí una nueva mascarada de teatro estúpido, como esas fiestas multitudinarias que se celebran en el Parc de la Ciutadella, para arruinarlo aún más.
Les recordé que han destruido el bosquecillo de la plaça Joaquin Folguera, el jardín donde jugaban los niños y leíamos algunos, la maraña que nos recibía al salir del metro, se la han cargado con el prtexto de unas obras que luego han abandonado y que ahora dicen que cerrarán -tal vez por el mal olor, por las ratas, por la frustración de los engañados comerciantes- pero sin árboles, a la espera de emprenderlas de nuevo, todo para agrandar el parking. Les recordé que la parte de atrás de Vil·la (dissorttada) Florida es una inmensa zanja para construir una biblioteca, justo cuando acaban de recortar el 83% de presupuesto de compra de libros en las bibliotecas, talan los hermosos árboles que quedaban... todo es cemento alrededor, cemento y polvo y ruido de obras).
También les explicamos cómo el ayuntamiento fomenta el uso del automóvil privado con esa ley perversa que obliga a todo edificio a tener parking y construye grandes superficies con grandes parkings y limita y constriñe los mercados y les pone parkings, que tala para todo, tala para poner bicings, para poner una fuente, para expandir el metro, pero sobre todo tala para hacer más parkings, que ésta es la ciudad europea más agujereada, Barcelona como gran tapadera de parkings y esos parkings no son, como ellos decían, para ocultar los coches, sino para acostumbrar a la gente a usar el coche para todo, y que han contaminado y degradado este barrio, que estaba lleno de pequeños jardines y ahora es todo cemento, y de paso fomentan la obesidad porque nadie sabe ya andar cuatro pasos.
Y hablamos de ese proyecto perverso de destruir Collserola con 16 puertas, de construir más pisos fantasma, sólo para cobrar sus mordidas. Si toda la ciudad está llena de pisos vacíos, ¿qué explicación tiene seguir construyendo, si no es financiarse ellos
Naturalmente, los funcionarios eran personas y no precisamente mala gente, así que me escucharon, ya que mis compañeros estaban obligados al silencio, y yo les conté cómo el ayuntamiento había empezado falsificando el expediente y firmando una licencia donde el azufaifo no existía, que nosotras lo habíamos descubierto (gracias a la práctica jurídica europea de la otra Isabel), les conté que habíamos pedido una plaza y que nos había apoyado mucha gente, y cómo el ayuntamiento (siempre con la oposición del distrito, que quería talarlo) había catalogado el árbol (gracias a las televisiones y los medios que se hicieron eco de nuestra protesta) pero luego había decidido construir unas oficinas precisamente allí, teniendo un local mucho mayor y ya talado y asolado más arriba, en el antiguo Ecuestre, y quitarnos la plaza (que ya estaba prevista en 1976, comprobamos en el archivo municipal, gracias al abogado), y cómo ahora se burlaba aún más de la voluntad de los vecinos, estropeando los últimos tiempos del azufaifo. Y creo que nos entendieron, aunque no pudieran decirlo, nos entendieron. "Todo está aquí", les dije, enseñándoles mi libro La plaza del azufaifo y el señor Trias tiene este libro, aunque sin duda no lo ha leído.
Todo este encuentro se debía a que yo fotografié el desaguisado de yeso y pintura y máquinas alrededor del azufaifo y lo mandé a los diarios y lo publicó El Periódico y uno de los estudiantes o monitores que salían en la foto vino aquí a mi semiabandonado blog Polis a protestar, con faltas de ortografía y luego ya con insultos y descalificaciones personales, y yo cambié la fotografía por una en la que están de espaldas y son irreconocibles. Aunque nunca me quedó claro por qué le parecía un uso indebido de su imagen y le preocupaba tanto salir si estaba participando en una iniciativa ciudadana irreprochable. En fin, él tenía su derecho y yo cambié la foto, aunque no tuviera derecho a llamarme las cosas que me llamó, ni a escribir con faltas de ortografía, ¿cómo aprueba y pasa los cursos la gente en estos días?

Y es verdad que tengo este blog semiabandonado porque hay demasiadas cosas de las que protestar, porque estoy también en facebook, porque apenas sé cómo mantenerme a flote con esas tarifas miserables que tantos editores -sintiéndose grandes benefactores de la humanidad- nos pagan a los traductores. Continuaré...

jueves, diciembre 15, 2011

Ignacio Ramonet, sobre lo que está pasando

Foto: I.N., Árbol en la calle Mandri, 2011

Le Monde Diplomatique, dic. 2011
Está claro que no existe, en el seno de la Unión Europea (UE), ninguna voluntad política de plantarle cara a los mercados y resolver la crisis. Hasta ahora se había atribuido la lamentable actuación de los dirigentes europeos a su desmesurada incompetencia. Pero esta explicación (justa) no basta, sobre todo después de los recientes “golpes de Estado financieros” que han puesto fin, en Grecia y en Italia, a cierta concepción de la democracia. Es obvio que no se trata sólo de mediocridad y de incompetencia, sino de complicidad activa con los mercados.
¿A qué llamamos “mercados”? A ese conjunto de bancos de inversión, compañías de seguros, fondos de pensión y fondos especulativos (hedge funds) que compran y venden esencialmente cuatro tipos de activos: divisas, acciones, bonos de los Estados y productos derivados.
Para tener una idea de su colosal fuerza basta comparar dos cifras: cada año, la economía real (empresas de bienes y de servicios) crea, en todo el mundo, una riqueza (PIB) estimada en unos 45 billones (1) de euros. Mientras que, en el mismo tiempo, a escala planetaria, en la esfera financiera, los “mercados” mueven capitales por un valor de 3.450 billones de euros. O sea, setenta y cinco veces lo que produce la economía real...
Consecuencia: ninguna economía nacional, por poderosa que sea (Italia es la octava economía mundial), puede resistir los asaltos de los mercados cuando éstos deciden atacarla de forma coordinada, como lo están haciendo desde hace más de un año contra los países europeos despectivamente calificados de PIIGS (cerdos, en inglés): Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y España.
Lo peor es que, contrariamente a lo que podría pensarse, esos “mercados” no son únicamente fuerzas exóticas venidas de algún horizonte lejano a agredir nuestras gentiles economías locales. No. En su mayoría, los “atacantes” son nuestros propios bancos europeos (esos mismos que, con nuestro dinero, los Estados de la UE salvaron en 2008). Para decirlo de otra manera, no son sólo fondos estadounidenses, chinos, japoneses o árabes los que están atacando masivamente a algunos países de la zona euro.
Se trata, esencialmente, de una agresión desde dentro, venida del interior. Dirigida por los propios bancos europeos, las compañías europeas de seguros, los fondos especulativos europeos, los fondos europeos de pensiones, los establecimientos financieros europeos que administran los ahorros de los europeos. Ellos son quienes poseen la parte principal de la deuda soberana europea (2). Y quienes, para defender –en teoría– los intereses de sus clientes, especulan y hacen aumentar los tipos de interés que pagan los Estados por endeudarse, hasta llevar a varios de éstos (Irlanda, Portugal, Grecia) al borde de la quiebra. Con el consiguiente castigo para los ciudadanos que deben soportar las medidas de austeridad y los brutales ajustes decididos por los gobiernos europeos para calmar a los “mercados” buitres, o sea a sus propios bancos...
Estos establecimientos, por lo demás, consiguen fácilmente dinero del Banco Central Europeo al 1,25% de interés, y se lo prestan a países como, por ejemplo, España o Italia, al 6,5%... De ahí la importancia desmesurada y escandalosa de las tres grandes agencias de calificación (Fitch Ratings, Moody’s y Standard & Poor’s) pues de la nota de confianza que atribuyen a un país (3) depende el tipo de interés que pagará éste por obtener un crédito de los mercados. Cuanto más baja la nota, más alto el tipo de interés.
Estas agencias no sólo suelen equivocarse, en particular en su opinión sobre las subprimes que dieron origen a la crisis actual, sino que, en un contexto como el de hoy, representan un papel execrable y perverso. Como es obvio que todo plan de austeridad, de recortes y ajustes en el seno de la zona euro se traducirá en una caída del índice de crecimiento, las agencias de calificación se basan en ello para degradar la nota del país. Consecuencia: éste deberá dedicar más dinero al pago de su deuda. Dinero que tendrá que obtener recortando aún más sus presupuestos. Con lo cual la actividad económica se reducirá inevitablemente así como las perspectivas de crecimiento. Y entonces, de nuevo, las agencias degradarán su nota...
Este infernal ciclo de “economía de guerra” explica por qué la situación de Grecia se ha ido degradando tan drásticamente a medida que su gobierno multiplicaba los recortes e imponía una férrea austeridad. De nada ha servido el sacrificio de los ciudadanos. La deuda de Grecia ha bajado al nivel de los bonos basura.
De ese modo los mercados han obtenido lo que querían: que sus propios representantes accedan directamente al poder sin tener que someterse a elecciones. Tanto Lucas Papademos, primer ministro de Grecia, como Mario Monti, Presidente del Consejo de Italia, son banqueros. Los dos, de una manera u otra, han trabajado para el banco estadounidense Goldman Sachs, especializado en colocar hombres suyos en los puestos de poder (4). Ambos son asimismo miembros de la Comisión Trilateral.
Estos tecnócratas deberán imponer, cueste lo que cueste socialmente, en el marco de una “democracia limitada”, las medidas (más privatizaciones, más recortes, más sacrificios) que los mercados exigen. Y que algunos dirigentes políticos no se han atrevido a tomar por temor a la impopularidad que ello supone.
La Unión Europea es el último territorio en el mundo en el que la brutalidad del capitalismo es ponderada por políticas de protección social. Eso que llamamos Estado de bienestar. Los mercados ya no lo toleran y lo quieren demoler. Esa es la misión estratégica de los tecnócratas que acceden a las riendas del gobierno merced a una nueva forma de toma de poder: el golpe de Estado financiero. Presentado además como compatible con la democracia...
Es poco probable que los tecnócratas de esta “era post-política” consigan resolver la crisis (si su solución fuese técnica, ya se habría resuelto). ¿Qué pasará cuando los ciudadanos europeos constaten que sus sacrificios son vanos y que la recesión se prolonga? ¿Qué niveles de violencia alcanzará la protesta? ¿Cómo se mantendrá el orden en la economía, en las mentes y en las calles? ¿Se establecerá una triple alianza entre el poder económico, el poder mediático y el poder militar? ¿Se convertirán las democracias europeas en “democracias autoritarias”?
Notas
(1) Un billón = un millón de millones.

(2) En España, por ejemplo, el 45% de la deuda soberana lo poseen los propios bancos españoles, y los dos tercios del 55% restante, los detentan establecimientos financieros del resto de la Unión Europea. Lo cual significa que el 77% de la deuda española ha sido adquirida por europeos, y que sólo el 23% restante se halla en manos de establecimientos extranjeros a la UE.
(3) La nota más elevada es AAA, que, a finales de noviembre pasado, sólo poseían en el mundo algunos países: Alemania, Australia, Austria, Canadá, Dinamarca, Francia, Finlandia, Países Bajos, Reino Unido, Suecia y Suiza. La nota de Estados Unidos ha sido degradada, en agosto pasado, a AA+. La de España es actualmente AA-, idéntica a la de Japón y China.
(4) En Estados Unidos, Goldman Sachs ya consiguió colocar, por ejemplo, a Robert Rubin como Secretario del Tesoro del Presidente Clinton, y a Henry Paulson en esa misma función en el gabinete de George W. Bush. El nuevo presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, fue también vicepresidente de Goldman Sachs para Europa de 2002 a 2005.

miércoles, diciembre 14, 2011

En El Periódico de hoy



Han publicado mi foto junto con la nota que les envié. No encuentro el link en digital y en el escaneado no se ve nada. La han resumido aún más; la copio aquí, traducida por ellos:

Així cuida l'Ajuntament de Barcelona el ginjoler del carrer d'Arimon (districte de Sarrià-Sant Gervasi), un arbre catalogat com a bicentenari per informes d'experts, un exemplar molt valuós que a qualsevol altra ciutat d'Europa tindria dret a 300 metres quadrats nets. Aquí, no només aboquen ciment sobre les seves arrels, sinó que una grua li talla les branques.
Isabel Núñez, Barcelona

sábado, diciembre 10, 2011

El ginjoler, a EL PUNT DIARI




El ginjoler que té més de 200 anys, al fons, en l'espai que ara per ara està en obres Foto: JOSEP LOSADA.
1
Notícies de ...






















Mobilització veïnal per preservar un exemplar considerat únic a l'Estat que afirmen que és malmès per unes obres de l'Ajuntament de Barcelona

Asseguren que s'hi aboca ciment i guix i que la grua està fent malbé les branques

08/12/11 02:00 - BARCELONA - CLARA RIBAS

Els veïns del carrer Arimon, al districte de Sarrià-Sant Gervasi, tornen a estar en peu de guerra per defensar un exemplar de ginjoler bicentenari que, segons asseguren, és malmès per unes obres municipals. Els veïns ja van batallar quatre anys per preservar el que és possiblement l'exemplar més important de ginjoler d'Europa, enmig de la ciutat de Barcelona, que ha crescut al llarg de més de dos-cents anys i que, gràcies a la lluita veïnal, ha estat catalogat per l'Ajuntament. Els veïns van entregar, ja al consistori anterior, 1.400 signatures perquè els 300 m² del solar es dediquessin a una petita plaça o un parc, amb l'objectiu que les arrels de l'arbre no es fessin malbé i poguessin continuar creixent almenys cent anys més, segons han previst els experts que poden créixer aquests exemplars.
Les peticions veïnals no van ser escoltades i ara l'Ajuntament està construint al davant de l'arbre la futura seu d'una oficina d'atenció ciutadana. Segons Isabel Núñez, veïna del carrer Arimon, tot i que els responsables de les obres s'havien compromès a no fer fonaments al solar on hi ha l'arbre, en els darrers dies els obrers hi han deixat caure ciment i guix. D'altra banda, assegura que la grua que utilitzen ha malmès ja algunes de les branques del ginjoler. Segons han augurat els experts contractats pels veïns, aquestes actuacions podrien matar l'arbre en un termini d'un a set anys. “Quan ens vam queixar ho van netejar una miqueta i van marxar. Ara fa dies que s'hi actua i ningú no supervisa que no hi hagi més danys del compte”, hi afegeix Núñez.

jueves, diciembre 08, 2011

Otro artículo de Vicenç Navarro sobre el BCE


Artículo publicado por Vicenç Navarro en el diario PÚBLICO, 8 de diciembre de 2011
Este artículo señala que el mal llamado problema de la deuda pública con los intereses exagerados que los países tienen que pagar para cubrir su deuda tiene poco que ver con la confianza de los mercados y mucho que ver con la manera como se diseñó el Banco Central Europeo, impidiendo que los Estados se protegieran frente a la especulación de los mercados financieros. El artículo señala que este diseño se hizo para potenciar los intereses del capital financiero, utilizando el Banco Central Europeo como mecanismo de reducción de los salarios y privatización del Estado del Bienestar.
¿Para qué sirve un banco central? Una de las actividades que un Banco Central realiza en un país es imprimir dinero, y con él comprar la deuda pública de su Estado, y con ello bajar los intereses que tenga que pagar su Estado para poder vender sus bonos públicos.  De esta manera, cuando los mercados financieros quieren especular sobre el precio de tales bonos públicos (promoviendo en los medios de información –ayudados por las agencias de calificación de riesgos, como Standard & the Poors- que los Estados no podrán pagar los intereses de tales bonos, forzándoles a pagar unos intereses muy altos para poder vender sus bonos -lo que se llama la prima de riesgo), entonces el banco central hace funcionar sus imprentas y produce moneda con la cual comprar su deuda pública, defendiéndola frente a la especulación. Esto es lo que hace un banco central digno de su nombre. Ni que decir tiene que hay también riesgos en imprimir mucho dinero, porque cuando hay mucha moneda puede incrementarse la inflación. Pero la inflación en la Eurozona no es un problema. Antes al contrario, es demasiado baja, dificultando el crecimiento económico, que es el mayor problema de tal comunidad monetaria.
El problema con la deuda pública de los países de la Eurozona es que sus bancos centrales no pueden imprimir dinero ni tampoco pueden comprar su deuda pública. Los Estados están totalmente desprotegidos De ahí que todos (desde Grecia hasta Alemania) tienen o tendrán problemas con su deuda pública. El único banco central que puede imprimir dinero es el Banco Central Europeo (BCE). Pero el problema con este BCE es que no actúa como un banco central, es decir, no compra los bonos públicos de los Estados miembros, ni tampoco presta dinero a los Estados. El famoso artículo 123 de su Reglamento lo dice muy claro. El BCE no podrá comprar deuda pública de los Estados. Éstos están totalmente desprotegidos. No pueden hacer nada frente a la especulación de los mercados financieros.
Los que sí, en cambio, pueden pedir prestado dinero al BCE, son los bancos privados, y lo pueden conseguir a unos intereses bajísimos, al 1,25%. En cambio, los Estados tienen que pedir prestado dinero a los bancos, pagando unos intereses elevadísimos, incluso del 7% como es el caso de Italia (en España es el 6,5%). Este arreglo es una bonanza para los bancos privados. Consiguen dinero fácilmente del BCE y con ello compran bonos públicos que les producen una rentabilidad del 6% o del 7% de lo que compran. El BCE actúa de esta manera, privilegiando a los bancos privados sobre los Estados, transformando el BCE en un lobby de la banca.
Como consecuencia de esta situación, los Estados se tienen que endeudarse más y más, debiendo mucho dinero a los bancos privados. Y ahí está la raíz del mal llamado problema de la deuda pública, que es incluso más acentuada en aquellos países, como Grecia, Portugal, Irlanda, España e Italia, que habiendo estado gobernados por las derechas por la mayoría del periodo post II Guerra Mundial, tienen Estados muy pobres (sus ingresos al Estado son muy bajos. España, por ejemplo, sólo representa un 34% del PIB, frente al 44% en el promedio de la UE-15, o el 52% en el caso de Suecia), resultado de unas políticas fiscales muy regresivas y un enorme fraude fiscal (En España se calcula que alcanza unos 65.000 millones de euros).
La deuda pública de estos Estados ha ido creciendo, no porque su gasto público haya ido creciendo (como los autores neoliberales erróneamente indican), sino porque han cambiado de banco. En lugar de conseguir dinero de su propio banco central, ahora tienen que pedir prestado dinero de los bancos privados. En realidad, si pudieran prestar dinero del BCE a unos intereses de 1,25% (como los bancos privados) no habría ningún problema con su deuda pública. (Ver Ellen Brown, “The European Central Bank withholds relief while Rome Burns”). Y ahí está la raíz del problema. Se ha diseñado un sistema en la Eurozona en que los Estados dependen de la banca privada para conseguir dinero. Y ésta es una realidad que el lector raramente leerá en la prensa financiera o económica.
Los bancos se forran a costa del endeudamiento de los Estados. Un círculo virtuoso para la banca. Pero la situación es incluso peor que la ya descrita, pues el BCE al romper con el espíritu del famoso artículo 123, comprando deuda pública a los Estados, tales como España e Italia, ha puesto como condición que los salarios y la protección social disminuyan, acentuando la necesidad de privatizar el Estado del Bienestar, tanto sus transferencias públicas como las pensiones, así como los servicios públicos como la sanidad. Estas condiciones están escritas en una carta, no conocida por el público,  que el gobernador del BCE, el Sr. Trichet, y el gobernador del Banco de España, el Sr. Fernández Ordóñez, le escribieron al Presidente Zapatero condicionando la compra de bonos públicos del Estado español a la toma de tales medidas por parte del Estado Español.
Un tanto semejante ha ocurrido con Italia. ¿Por qué hacen tal petición en su carta? En teoría, esta reducción de los salarios y de la protección social se exige para aumentar la competitividad de la economía española y salir así de la recesión. Este es el argumento neoliberal hoy en boga. Es fácil de demostrar que este argumento carece de credibilidad. Suecia es el país con salarios más elevados y con mayor protección social, y su tasa de crecimiento económico es de un 5,6%, uno de los más elevados de la Unión Europea. La explicación real es que, por una parte el descenso de los salarios aumenta el endeudamiento de la población (lo cual es bueno para la banca) y por otra, la privatización de las transferencias y de los servicios del Estado del Bienestar es la generalización de la deseada privatización de las pensiones públicas y la privatización de la sanidad, el sueño de la banca y de las compañías aseguradoras. Y lo están consiguiendo.

lunes, diciembre 05, 2011

Artículo de Vicenç Navarro sobre lo que está ocurriendo en Europa


Por qué lo que ocurre en la Eurozona es indignante



Artículo publicado por Vicenç Navarro en el diario digital NUEVA TRIBUNA, 29 de noviembre de 2011

Este artículo critica la teoría dominante en los círculos políticos y mediáticos más importantes de España que asumen que la crisis financiera es resultado de la falta de confianza de los mercados financieros hacia los Estados y su habilidad para pagar su deuda pública. El artículo señala que el problema no es ni el tamaño de la deuda pública ni la falta de confianza de los mercados sino la ausencia de defensa que los Estados tienen frente a la especulación de los mercados. El artículo concluye que en la manera como se construyó el euro estaba implícito el debilitamiento de la protección social en tal unidad monetaria.
Lo más indignante de la enorme crisis que está sufriendo la Eurozona es que todo lo que ocurre podría haberse evitado, y no se ha evitado porque el sistema financiero de tal área monetaria se diseñó para optimizar los intereses del poder financiero –y muy en especial de la banca- a costa del poder de la ciudadanía, cuyo único instrumento que podía protegerles, el Estado, fue debilitado para impedir que pudiera ayudar a la población. Si el lector cree que estoy equivocado, le aconsejo que lea los documentos que establecieron el Banco Central Europeo (BCE), que estudie la reglamentación de tal organismo y que mire los documentos producidos por tal institución.
Cuando el BCE se estableció, la banca alemana  puso una serie de condiciones para que el marco alemán fuera sustituido por el euro, condiciones que favorecieron sus intereses a costa de la población de los países miembros de la Eurozona. La mayoría de estas condiciones fueron aceptadas. Una de ellas era que el BCE, en contra de lo que hacen los bancos centrales, no podía ayudar a los Estados miembros de la Eurozona comprándoles su deuda pública. Esto es lo que hace cualquier banco central cuando la deuda pública de su país está sujeta a los ataques de los mercados financieros especulativos. El banco central imprime dinero y compra deuda pública de su Estado. Y con ello se fuerza que los intereses de la deuda bajen.
El BCE tiene prohibido hacer esto. Imprime dinero y se lo transfiere a los bancos para que sean ellos los que compren deuda pública. A éstos les interesa que los intereses de tal deuda pública sean elevados. Y mientras tanto, los Estados están totalmente desprotegidos, ya que no pueden defender su deuda pública frente a los ataques especulativos. Y así ha ido ocurriendo país tras país. No hay país que tenga su deuda pública a salvo. Ni siquiera Alemania, como estamos viendo estos días. La manera de construir el euro es equivalente a que en EEUU se hubiera establecido el dólar sin un Estado federal y sin un banco central. El dólar y la deuda pública de los Estados se hubieran colapsado. Y esto es lo que está ocurriendo en la Eurozona. Éste es el primer problema, que podía haberse evitado si el BCE hubiera actuado como un banco central que, en contra de lo que anuncia su nombre, no lo es.
El segundo problema es que cuando lo ha hecho, forzado por el posible colapso de la deuda pública (que habría afectado negativamente a los bancos privados que poseen la deuda pública del Estado, en dificultades), lo ha hecho en cantidades muy menores y a posteriori, no a priori. Es decir, no se ha comunicado a los mercados que el BCE ayudaría y apoyaría la deuda pública (tal como hace el banco central estadounidense, el Federal Reserve Board), sino que ha comprado la deuda pública de los países en dificultades (ahora España e Italia) después, y no antes, de que los intereses se disparasen, conllevando un coste elevadísimo al país. Es más, lo hace sin anunciarlo, y a posteriori.
Según las declaraciones de miembros del consejo directivo del BCE, esta organización se ha comprometido a comprar deuda pública, unos 20.000 millones de euros a la semana, una cantidad menor, en comparación con la cantidad que sería necesaria. El BCE, que es el que imprime moneda, podría comprar cantidades mucho mayores. El que no lo haga es debido a que su mayor objetivo es el objetivo de la banca: que no aumente la inflación, pues si existe mucha moneda circulando podría aumentar la inflación. Pero la inflación no es en este momento un problema mayor en la Eurozona. El mayor problema es el bajo crecimiento económico. Pero el BCE da prioridad al control de la inflación (que es lo que desea la banca) sobre el crecimiento económico (que es lo que necesita la población).
Pero la aplicación de tales medidas excepcionales del BCE (la compra silenciosa de la deuda pública en cantidades menores) no está resolviendo la situación. Y mientras, el posible colapso de la deuda pública de algunos países puede crear un colapso de la banca alemana y francesa (que tienen gran parte de los bonos públicos) e indirectamente de toda la banca europea internacional. Los bancos alemanes y franceses poseen nada menos que 265.000 millones de euros de deuda pública. De ahí que la deuda pública de tales países no puede colapsarse. Y de ahí también que sea un absurdo creerse que el gobierno alemán intente expulsar a Grecia del euro. Es lo último que desea.
Como consecuencia, el BCE se encuentra en un dilema. Su lealtad a la banca alemana le hace pensar que algo debe hacerse para impedir que Grecia, Irlanda, Portugal, España e Italia no puedan pagar a los bancos lo que les deben, que ha alcanzado niveles astronómicos. Pero por otra parte, no quiere cambiar su norma de que el BCE no puede ayudar sistemáticamente a los Estados y a su deuda pública. La solución a este dilema ya estaba proveída en su constitución. En su artículo 23 indica que el BCE puede prestar a instituciones internacionales (léase el Fondo Monetario Internacional, otro portavoz de la banca, FMI) lo que llama “ayuda” a los Estados de países terceros. Y esto es lo que está pensando hacer. El BCE prestará dinero al FMI para que éste “ayude” a los Estados a que paguen a los bancos, siempre y cuando estos Estados acepten condiciones leoninas, que consisten en un ataque frontal al mundo del trabajo y a la protección social (todo ello, en teoría, para aumentar la competitividad), aunque en la práctica su intento es desmantelar las transferencias públicas (como las pensiones) y los servicios públicos (como la sanidad) para privatizarlos, permitiendo la entrada del capital financiero en tales sectores. Lo que está ocurriendo en España, con la reducción del gasto social en sanidad, educación y pensiones (entre otros), es el intento de expandir el sector privado en pensiones y sanidad. En  estos dos últimos sectores, por ejemplo, las aseguradoras privadas, dependientes de la banca, está beneficiándose de los recortes realizados en estos ámbitos. Esta es la realidad ignorada en los medios de mayor difusión del país.

viernes, diciembre 02, 2011

Carta a los periódicos




Foto: I.N., El pobre azufaifo, hoy, 2011

Sr Director

Ésta es la forma en que el ayuntamiento entiende la protección del azufaifo de la calle Arimón, catalogado como árbol bicentenario gracias a los informes de expertos y la lucha de los vecinos, un ejemplar valioso e histórico que en cualquier ciudad de Europa habría sido preservado y habría tenido derecho a 300 metros cuadrados sin cemento. Aquí, no sólo construyen en su propio solar y cementan el terreno donde se extendían sus raíces, sino que el yeso y los distintos trabajos rodean e invaden el territorio del árbol, la grúa le corta las ramas, etc. 
Como recordaba el jardinero Joan Bordas, cultura viene de cultivo; éste es un país arboricida que recorta en cultura y en cultivo, y los ciudadanos, cada vez más contaminados y rodeados de cemento y parking.



Isabel Núñez

jueves, noviembre 17, 2011

Un artículo de Zizec en El País


Foto: I.N., FFCC, 2011
El violento silencio de un nuevo comienzo
Los indignados deben resistirse en esta etapa a traducir rápidamente la energía de las protestas en demandas "pragmáticas" y "concretas". Han de evitar debates en campo enemigo y desplegar, en cambio, su propio escenario.
Qué hacer después de la ocupación de Wall Street, de que las protestas que comenzaron lejos (Oriente Próximo, Grecia, España, Reino Unido) hayan llegado al centro y ahora, reforzadas, estén volviendo a extenderse por el mundo? Uno de los grandes peligros que afrontan los manifestantes es el de enamorarse de sí mismos, de lo bien que se lo están pasando en los sitios ocupados. En San Francisco, en una concentración de solidaridad con Wall Street, el 16 de octubre de 2011, se oyó una invitación a participar en la protesta como si fuera una concentración jipi de los años sesenta: "Nos preguntan cuál es nuestro programa. No tenemos programa. Estamos aquí para pasárnoslo bien".
Queda mucho camino por recorrer, y pronto habrá que abordar los interrogantes verdaderamente difíciles, no sobre lo que no queremos, sino sobre lo que queremos. ¿Qué organización social puede sustituir al capitalismo actual? ¿Qué tipo de dirigentes necesitamos? ¿Qué órganos, incluidos los de control y represión? Es evidente que las alternativas del siglo XX no han funcionado. Aunque la "organización horizontal" de las multitudes concentradas, con su solidaridad igualitaria y sus debates abiertos, resulta emocionante, no debemos olvidar lo que escribió Gilbert Keith Chesterton: "Tener la mente abierta, en sí, no es nada; el objeto de abrir la mente, como el de abrir la boca, es poder cerrarla con algo sólido dentro". Lo mismo ocurre con la política en épocas de incertidumbre: los debates abiertos tendrán que fundirse en nuevos significantes fundamentales, pero también en respuestas concretas a la vieja pregunta leninista: "¿Qué hacer?".
Organizar una feria es barato; lo verdaderamente importante es lo que queda al día siguiente, en qué cambia nuestra vida diaria. Los manifestantes deben enamorarse del trabajo duro y paciente. No son un final, sino un comienzo, y su mensaje fundamental es: se ha roto el tabú, no vivimos en el mejor mundo posible, y tenemos el derecho, e incluso el deber, de pensar alternativas. En una especie de triada hegeliana, la izquierda occidental ha vuelto a sus principios: después de abandonar el llamado "fundamentalismo de la lucha de clases" por la pluralidad de las luchas antirracistas, feministas, etcétera, el problema fundamental vuelve a ser el "capitalismo". La primera lección debe ser: no debemos culpar a personas ni actitudes. El problema no son la corrupción ni la codicia, es el sistema que nos empuja a ser corruptos. La solución no es "la calle frente a Wall Street", sino cambiar este sistema en el que la calle no puede funcionar sin Wall Street.Es fácil responder a los ataques conservadores directos. ¿Son antiamericanas las protestas? Cuando los fundamentalistas conservadores aseguran que Estados Unidos es una nación cristiana, conviene recordar lo que es el cristianismo: el Espíritu Santo, la comunidad libre e igualitaria de creyentes unidos por el amor. Los manifestantes son el Espíritu Santo, mientras que, en Wall Street, los paganos adoran a falsos ídolos. ¿Son violentos los manifestantes? Es cierto que su lenguaje puede parecer violento (ocupación y otros mensajes similares), pero lo son en el sentido en el que era violento Mahatma Gandhi. Son violentos porque no quieren que las cosas continúen como hasta ahora. ¿Pero qué violencia es esta comparada con la necesaria para sostener el buen funcionamiento del sistema capitalista mundial? Se les llama perdedores, pero ¿no están los verdaderos perdedores en Wall Street, y no les hemos rescatado con nuestro dinero, cientos de miles de millones? Se les llama socialistas, pero, en Estados Unidos, ya existe un socialismo para los ricos. Se les acusa de no respetar la propiedad privada, pero las especulaciones que desembocaron en la crisis de 2008 aniquilaron más propiedad privada, ganada con esfuerzo, que si los manifestantes se dedicaran a hacerlo noche y día; baste recordar los cientos de hipotecas ejecutadas.
No son comunistas, si por comunismo nos referimos al sistema que se vino merecidamente abajo en 1990; y recordemos que los comunistas que quedan hoy gobiernan el capitalismo más despiadado que existe (China). El éxito del capitalismo comunista de China es un mal presagio de que el matrimonio entre capitalismo y democracia está aproximándose a un divorcio. El único sentido en el que se les puede llamar comunistas es que les importan los bienes comunes -los bienes comunes de la naturaleza, del conocimiento-, que el sistema está poniendo en peligro. Les desprecian por ser soñadores, pero los auténticos soñadores son quienes piensan que las cosas pueden seguir indefinidamente como están, con meros cambios superficiales. No son soñadores, son el despertar de un sueño que está convirtiéndose en una pesadilla. No destruyen nada, reaccionan ante la autodestrucción gradual del propio sistema. Todos conocemos la típica escena de dibujos animados: el gato llega al borde del precipicio, pero sigue andando, sin saber que ya no tiene suelo bajo los pies, y no se cae hasta que no mira hacia abajo y ve el abismo. Lo que están haciendo los manifestantes es recordar a quienes tienen el poder que deben mirar hacia abajo.
Esa es la parte fácil. Los miembros del movimiento deben cuidarse de los enemigos y, sobre todo, de los falsos amigos que fingen apoyarles pero ya están haciendo todo lo posible para diluir la protesta. Igual que nos dan café descafeinado, cerveza sin alcohol, helado sin grasa, el poder intentará convertir las protestas en un gesto moralista e inocuo. En el boxeo, "abrazarse" es agarrar el cuerpo del rival con los brazos para impedir o dificultar los golpes. La reacción de Bill Clinton a las protestas de Wall Street es un ejemplo perfecto de abrazo político; Clinton cree que las protestas son "en conjunto... algo positivo", pero le preocupa que la causa sea tan difusa: "Deben defender algo concreto, no solo mostrarse en contra, porque, si se limitan a estar en contra, otros llenarán el vacío que han creado", dijo. Clinton sugirió que los miembros del movimiento apoyen el plan de empleo del presidente Obama, que, según él, creará "dos millones de puestos de trabajo en el próximo año y medio".
A lo que hay que resistirse en esta etapa es precisamente a ese deseo de traducir rápidamente la energía de la protesta en una serie de demandas "pragmáticas" y "concretas". Es verdad que las protestas han creado un vacío: un vacío en el terreno de la ideología hegemónica, y hace falta tiempo para llenarlo como es debido, porque es un vacío cargado de contenido, una apertura para lo Nuevo. Los manifestantes salieron a la calle porque estaban hartos de un mundo en el que reciclar las latas, dar un par de dólares a obras benéficas o comprar un capuchino en Starbucks porque el 1% va al Tercer Mundo basta para sentirse a gusto. Después de externalizar el trabajo y la tortura, después de que las agencias matrimoniales hayan empezado a externalizar incluso las relaciones, vieron que llevaban mucho tiempo dejando externalizar sus compromisos políticos, y quieren recuperarlos.
El arte de la política también es insistir en una demanda concreta que, aunque sea totalmente "realista", trastorna la ideología hegemónica, es decir, que, pese a ser factible y legítima, en la práctica es imposible (por ejemplo, la sanidad universal en Estados Unidos). Después de las protestas de Wall Street, debemos movilizar a la gente por esas demandas, pero es muy importante permanecer alejados del terreno pragmático de las negociaciones y las propuestas "realistas". No debemos olvidar que cualquier debate que se haga aquí y ahora seguirá siendo necesariamente un debate en el campo enemigo, y hará falta tiempo para desplegar el nuevo contenido. Todo lo que digamos ahora nos lo podrán quitar (recuperar); todo menos nuestro silencio. Este silencio, este rechazo al diálogo, a los abrazos, es nuestro "terrorismo", tan amenazador y siniestro como debe ser.

Slavoj Zizek es filósofo esloveno. Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia