lunes, julio 11, 2011

Más sobre Fukushima

Foto: Imagen de El bosque del duelo, de Naomi Kawase
A través de Inka Martí y del grupo antinucleares de Facebook me llega esto, que debería estar en todos los periódicos y medios. Y no es que me olvide de nuestro azufaifo. Todo va en la misma dirección.
La situación actual de Japón por Jesús Carlos Álvarez traductor de Yasutaka Tsutsui y corresponsal de radio Exterior de España en Tokio:
"La situación aquí va de mal en peor. Después de meses de mentiras y de desinformación, ahora sabemos, porque han hablado algunos trabajadores de Fukushima, que el terremoto provocó gravísimos daños en el reactor número 1, el "abuelo", que tiene 40 años de vida, y que 16 horas después se produjo en él la fusión nuclear, aunque todo el mundo insistió que los daños los había provocado el inesperado tsunami. Sabemos también hace más de un mes lo que ya todos dábamos por hecho: que la fusión nuclear se produjo en los tres reactores (1, 2 y 3), y que tanto la vasija como la contención de aluminio están rotas en los tres. El combustible nuclear está fundido en el suelo de cemento, filtrándose a las capas freáticas. Eso, aparte de las toneladas de agua radiactiva que se han desbordado y filtrado también. Y qué decir de las 11.500 toneladas de agua radiactiva que se vertieron al Pacífico...
La compañía TEPCO está intentando, hasta ahora sin éxito, inyectar nitrógeno en el reactor 3 (el más peligroso porque contiene MOX) para evitar una explosión de hidrógeno, un escenario que resultaría catastrófico. Están intentado también descontaminar el agua altamente radiactiva y poder utilizarla para refrigerar los reactores. A todo esto, se le suma el hecho de que la tierra no para de temblar. El jueves hubo un seísmo de 5,6 grados, el viernes otro de 6,3 y hoy, hace unas tres horas, esto ha dado un buen "meneo" (7,1 grados). Hay un 87% de probabilidades de que haya un terremoto de grandes dimensiones en la región de Kanto, donde está Tokio.
Aparentemente, en la capital la vida funciona como si nada pasara, pero la preocupación es creciente; sobre todo, entre la gente que tiene niños pequeños. Ya nadie cree ni a TEPCO ni al Gobierno, y los gobiernos locales están haciendo sus propias mediciones y tomando sus propias medidas. En la región de Fukushima lo están pasando muy mal, ya que solo está evacuada una zona de 20 kilómetros. En la ciudad de Fukushima, donde vive 290.000 personas y que está a 60 kilómetros de la central, la radiación supera 10 veces el límite permitido. Pues bien, lo único que se le ha ocurrido al Gobierno es repartir 34.000 dosímetros entre embarazadas y niños. por otro lado, los alimentos están contaminados; ayer supimos que se encontró carne de tenera contaminada con cesio que iba a ser consumida en Tokio. En fin, un cúmulo de calamidades.
Ante todo esto, estamos indignados:
1) Con TEPCO, por estar escondiendo la verdad y priorizar los beneficios económicos y la supervivencia de la compañía a la salud pública,
2) Con los burócratas, que son los que llevan las riendas de este país desde la Segunda Guerra Mundial y que ahora están mirando para otro lado.
3) Con el Primer Ministro y su Gobierno, por su falta de liderazgo y por mentir y no tomar medidas a su debido tiempo.
4) Con la clase política en general, que está utilizando la crisis en luchas internas de poder.
5) Y cómo no, con los grandes "lobbys" nucleares, que tienen comprado a medio mundo, incluidos los medios de comunicación.
Y, a todo esto, sigue la devastación en las zonas azotadas por el tsunami, donde las tareas de reconstrucción no pueden ir más lentas.
Tenemos un conocido italiano que ha estado allí tres veces y nos ha contado lo insoportable de la situación.
Nos cuesta creer que esto esté pasando a nuestro querido y admirado Japón; una catástrofe de proporciones ilimitadas en espacio, tiempo y dimensión social.

2 comentarios:

frikosal dijo...

Escalofriante ! Pero parece que este tema ya no interesa. Como tu dices, todo va en la misma dirección

Belnu dijo...

Aquí la gente tiene una gran capacidad de negación y olvido, incluso para las amenazas más próximas