Ayer, debo decirlo, por primera vez en mi vida voté en blanco. Me pareció un gesto de arte conceptual. Simbólico e inútil, porque ellos no los cuentan. Si hubiera un partido antiladrillo, un partido verde de verdad (aunque suene como suena), yo les votaría. Pero este país tiene esas particularidades. Destrozan todo el paisaje y agravan la sequía y el cambio climático, y el PP (que es el motor de esa destrucción) arrasa en Levante (el lugar donde más se construye). Y en Madrid, donde al parecer les gusta tener la ciudad desventrada en permanencia. A los alcaldes encerrados por corrupción, les votan masivamente. Y en Catalunya, en Vic, gana un partido xenófobo. El discurso más estúpido e injusto, echar la culpa de nuestros problemas a los más pobres, a los inmigrantes africanos y latinos que vienen a ocuparse de los trabajos que nadie más quiere.
La clave es que el PSOE no invierte del todo en educación, ni se decide del todo a contravenir al mercado ni a poner límites ni a reconducir la inversión hacia las nuevas tecnologías. Ni explica bien las políticas culturales y sociales que hace, porque algunas hace. Ni usa todos los medios para enseñar a la gente el riesgo que supone -no sólo para el medio ambiente y el paisaje, sino también para la economía- un crecimiento sólo inmobiliario.
lunes, mayo 28, 2007
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2 comentarios:
hoy la contra en de la vanguardia se ahonda en algunos puntos que comentas en el post sobre como los politicos pasan absolutamente del destrozo que estan haciendo con el medio ambiente...
Lamentable.
quizas el voto en blanco signifique un voto a la limpieza planetaria,cosa que ningun partido tiene como propuesta a cumplir con fidelidad.
salud.M
Ajá, gracias, lo miraré... Ojalá fuese así, ojalá lo interpretasen así, pero ni hablan de los votos en blanco...
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