Manel Armengol pasó por el solar arrasado donde aún se yergue nuestro amenazado azufaifo y fotografió la destrucción perpetrada por el trío Supportis, Control Demeter y Arpen. Pero también retrató el árbol y un poco de la calle... Mientras hacía las fotos, pasó por allí un poeta amigo que conoce la historia del azufaifo y mi campaña y le saludó...
Justamente este mediodía, en lugar de comer, nos hemos reunido algunos vecinos con dos abogados (que nos apoyan en estas lides) al pie del azufaifo, porque hemos visto que los trabajadores habían retirado las vallas protectoras del azufaifo y los otros árboles, habían instalado un andamio apoyado en el olivo y se disponían a seguir adelante con la construcción sin importarles las consecuencias. Naturalmente, las empresas que no les advierten y que les encargan derribar el muro (para poner una valla y tapar así sus maniobras de los transeúntes... No cuentan con los vecinos que seguirán viéndoles desde sus balcones y nos avisarán), aun sin tener licencia de construcción (¿qué les importa? saben que el ayuntamiento está con ellos y no con los vecinos, como nos demostró claramente con sus palabras y su desprecio la técnica municipal de licencias, Montse Llançà, protectora de la propiedad privada sacralizada y sin límites ciudadanos). Los transeúntes se ofrecen para firmar. Allí estaba el señor Omedes, padre de Mariona y de Loris, que nos ha dado su teléfono y dirección para firmar contra la voracidad de la constructora. Todo el mundo comparte la indignación por la ciudad que nos quitan, esos prósperos constructores de los grandes negocios, y esos arrogantes arquitectos que pretenden saber mejor que nadie lo que nos conviene (mientras ellos se llenan los bolsillos), cuánta ignorancia la nuestra, reivindicando árboles decimonónicos y una identidad arquitectónica que ellos desdeñan...
4 comentarios:
uh! qué buenas estas fotos!
y por cuántas firmas vas? (las firmas vía mail o vía blog no pueden contar?)
hablando con un constructor parisino, en Ibiza, hace más de quince años, me dijo: "No hay que preocuparse por la fealdad de los nuevos edificios. Su construcción es tan precaria que en diez años los tiraremos abajo y haremos otros nuevos."
"¡Pero la gente los paga con hipotecas de treinta años!", exclamé yo.
No hubo respuesta.
Tenemos muchas, no sé trescientas cincuenta o setenta... pero sólo son en papel, no sirven para bloggers...
Walter Benjamin dijo en 1925 que Ibiza estaba ya destruido por los intereses inmobiliarios...
Hay gente muy bruta y dominan el mundo, junto con la estupidez...
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