Foto: La fachada de Vil·la Florida, antes de la intervención del mal arquitecto y la implacable "renovació de l'arbrat" (Archivo Monumenta).
Ayer escribí un relato (Trying to Save a Tree) de la historia de nuestro azufaifo y lo mandé a The Guardian y a The New York Times. Luego lo traduje al francés (Sauver un arbre) y lo mandé a Le Monde, corregido por la francófona Ninca. Tal vez lo mande también a Le Soir. O a algún periódico canadiense. Nunca se sabe. Y en verano, a los periódicos les faltan historias así...
Entre tanto, Ninca conectó con la oficina del Comisario Europeo de Medio Ambiente, el griego Stavros Dimas. La portavoz, Barbara Helferich se mostró muy interesada y prometedora: "Je vais vous aider dans votre démarche car ce ne serait pas raisonnable de ne pas protéger un arbre tel que celui dont vous me parlez", le dijo.
2 comentarios:
No esperes nada de nadie, Isa. Como habia dicho Mao antes de que le de la torticulis: Solo debemos contar con nuestro propio esfuerzo.
-Buenas noches, dulce Princesa.
Lo sé, lo sé. Sólo la prensa ha obligado a algunos políticos municipales a cambiar de actitud y aún así, el dinero puede siempre más. Pero gracias por el apelativo
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